El pragmatismo según la Real Academia de la Lengua Española busca las consecuencias prácticas del pensamiento y pone el criterio de verdad en su eficacia y valor para la vida. Los más ideólogos de la política lo reconocen como utilitarismo. De acuerdo con el diccionario de Oxford, es una posición política que consiste en aceptar el recorte de ideologías por consideraciones políticas más prácticas.
Con cada cambio de gobierno empieza nuevamente el debate interminable sobre hasta donde la ideología debería primar sobre el pragmatismo político. El presidente Daniel Noboa, ha dado muestras de sus primeras concreciones en los hechos, de su discurso de posesión, cuando claramente dijo que -los antis tienen un techo y los pros son infinitos. Desde el discurso a la práctica se concreta reuniones de trabajo y hojas de ruta para ejecutar obras para la provincia del Guayas junto a la prefecta Marcela Aguiñaga. En la misma línea de acción, acude a la inauguración del metro de Quito junto al alcalde Pabel Muñoz y al presidente de la Asamblea Nacional Henry Kronfle. Todos ellos de ideologías opuestas, de izquierda y de derecha.
Ellos han decidido priorizar el cumplimiento de sus ofertas de campaña, sobre las discrepancias legítimas en política. Las ideas por debajo de las causas nos orientan con rumbo nuevo para avanzar como país. Escuchar a los ciudadanos siempre estará por encima de defender sus propios intereses partidistas. Ojalá esta sea la inauguración de una nueva forma de hacer política, priorizando la satisfacción de las necesidades ciudadanas, más allá de sus legítimos intereses de partido. (O)