Abraham Lincoln: 65 años enseñando inglés a los cuencanos

A mediados del siglo XX, un grupo de cuencanos quería estudiar inglés. Pero en aquel entonces, los únicos profesores de esa lengua extranjera eran miembros de la iglesia luterana. Sin problema, el grupo empezó con las clases.

No obstante, el obispo de la época, al enterarse que los cuencanos estaban aprendiendo con luteranos, les amenazó con excomulgarlos a todas aquellos que quería estudiar inglés con ese grupo religioso.

Fue cuando los cuencanos, después de haber escuchado que en Quito y Guayaquil se habían creado dos centros binacionales en donde se enseñaba el inglés, decidieron fundar un centro binacional en Cuenca con el apoyo de los gobiernos de Estados Unidos y de Ecuador.

Al centro, a diferencia de los que había en las dos principales ciudades ecuatorianas, se le añadió un nombre y un apellido que quedaría en la mente de los cuencanos: Abraham Lincoln.

Fue así como surgió la primera institución que comenzó a enseñar formalmente el inglés en Cuenca.

“Hemos tenido generaciones y generaciones que han estudiado aquí, y lo chistoso es que nadie sabe que ha estudiado en un centro binacional, sino que todos estudiaron en el Abraham”, comentó Alicia Boroto, directora del Centro Norteamericano Abraham Lincoln.

La historia de la institución llega en un momento en que este espacio celebró sus 65 años de funcionar en Cuenca. Para recordar la trayectoria del Abraham Lincoln, la noche del 4 de diciembre se llevó a cabo una sesión solemne.

En ella, además de rememorar el trabajo cumplido por la institución, se entregaron reconocimientos a Polivio Arce (único socio fundador con vida), Maruja Semería (ex alumna y profesora), Richard Boroto (director del centro por 41 años) y al Consulado General de los Estados Unidos en Guayaquil.

Cultura y oportunidades

Dos características que ha instaurado el Abraham Lincoln son la difusión de la cultura, tanto norteamericana como ecuatoriana, y brindar oportunidades a través de becas a jóvenes y adultos.

En cuanto a cultura se refiere, por los espacios del centro han pasado grandes artistas y se han realizado importantes eventos en los que se han visto una diversidad de expresiones artísticas.

Por el lado de las oportunidades, en cambio se ha entregado becas de estudio. Y como si fuera poco eso, se ha dado espacios para que aquellos que fueron estudiantes sean profesores del Abraham Lincoln.

Un ejemplo de ello es Marco Vizhco, un joven de 23 años que ganó una beca de estudio cuando era estudiante de un colegio fiscal. Al ingresar al Abraham Lincoln, Marco se enamoró del inglés, y luego estudió en la universidad para convertirse en profesor.

“Le eché ganas y me motivé gracias a una profesora del Abraham. Fue una experiencia maravillosa. Primero ser estudiante y luego profesor en el Abraham es una experiencia que se me va a quedar por siempre en el corazón”, dijo Marco a El Mercurio.

Y precisamente eso es lo que busca el centro binacional: ofrecer experiencias culturales y educativas a aquellos que quieran aprender inglés de una manera diferente y divertida. (I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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