Leyendas de la Conmebol se enfrentan en un partido amistoso entre sonrisas y abrazos

Ronaldinho anotó gol en el partido de leyendas de Conmebol. Foto: EFE
Ronaldinho anotó gol en el partido de leyendas de Conmebol. Foto: EFE

La Conmebol celebró el martes 5 de diciembre del 2023, en Florida (EE.UU.) un partido de leyendas en el que participaron, entre risas y abrazos, figuras como Ronaldinho, Carlos Valderrama e Iván Zamorano.

José Pekerman, que ganó tres mundiales sub-20 dirigiendo la selección Argentina, manejó el equipo que se alzó campeón por 2-1, el ‘Tango’, que incluyó a estratosféricos como Sergio ‘Kun’ Agüero, Gonzalo Higuain o el mencionado Valderrama.

Este partido de exhibición tuvo lugar dos días antes de que se celebre en Miami el sorteo para la Copa América de 2024.

El partido comenzó con las gradas del DRV PNK Stadium de Fort Lauderdale, el estadio en el que juega el Inter Miami de Leo Messi, a un tercio de capacidad y después de que los árbitros se hicieran ‘selfis’ con los jugadores.

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, también se calzó las botas y tuvo en los primeros minutos del partido una oportunidad de gol con un tiro que se paseó muy flojo frente a la portería.

Valderrama, a sus 62 años, tiró a puerta sin daño una falta al borde del área tras el simpático amago de cuatro compañeros. ‘El Pibe’ Valderrama jugó largos minutos aguantando el tipo.

En el minuto 40, el árbitro pitó un penalti sobre Ronaldinho que el ‘brasileño’ envió a la red.

Higuaín presionó por todas partes, con tiros lejanos y carreras largas de medio campo, hasta que a principios del segundo tiempo le hicieron un penalti.

El exjugador del Real Madrid y de la ‘Albiceleste’ marcó para empatar el encuentro y después sumó otro tanto en el 52, también de pena máxima.

Por su parte, Ronaldinho y su famosa sonrisa contagiaron al resto de jugadores de un partido amistoso al que todos acudieron para divertirse.

El mito del Barcelona y de Brasil inspiró a sus compañeros y el olímpico defensa mexicano Carlos Salcido hizo un pase de fantasía mirando para otro lado que ya quisieran ser capaces de hacer muchos futbolistas en activo.