Hoy Cuenca cumple 100 días de sequía hidrológica, que se refleja en sus cuatro principales ríos: Yanuncay, Tomebamba, Tarqui y Machángara. Este es el peor estiaje de la historia de esta ciudad.

Así lo confirman datos de la Empresa de Telecomunicaciones, Agua Potable y Alcantarillado (ETAPA EP), del Municipio de Cuenca, que tiene una red hidrometereológica para monitorear el clima.

Por ejemplo, ayer identificó que el río Tomebamba estuvo en 1,01 metros cúbicos por segundo (m³/s) cuando normalmente debería estar en 6,5. El Yanuncay llegó a 1,43 y lo habitual es 6.

Asimismo, el río Tarqui estuvo en 1,03 m³/s cuando lo cotidiano tiene que ser 3,5; y el Machángara alcanzó los 3,79 cuando generalmente debe estar en 4,5. Este último tiene caudal regulado.

Lluvia no aparece y Cuenca cumple 100 días de sequía hidrológica

Rigoberto Guerrero, responsable del Departamento de Investigación y Monitoreo de ETAPA EP, explicó que en los últimos días las estaciones no han registrado precipitaciones.

Anunció que las probabilidades de lluvia están por debajo del 50% y que en caso de que ocurran precitaciones estas no serán tan significativas para mejorar el caudal de los afluentes.

“Desde ETAPA hacemos un llamado para un uso consciente del agua debido a que esta sequía hidrológica es sin precedentes”, acotó. De seguir estas condiciones está comprometido el suministro de agua potable.

De igual forma anunció que esta semana será de alta radiación solar, con índices de entre 8 y 12, especialmente, entre las 11:00 y las 15:00, por lo que hay que evitar permanecer a la intemperie en este horario.

“Siempre en caso de agudizarse una sequía los racionamientos serían el plan de contingencia… Se insta a la ciudadanía a usar el agua de manera responsable”, dijo.

Efectos de la sequía hidrológica

Patricio Ochoa, ingeniero ambiental y extécnico de Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), detalló que la sequía hidrológica tiene graves efectos a nivel del medio ambiente.

Indicó que una de las principales afecciones es la pérdida de cultivos, sobre todo los que dependen de riego directo y no tienen una tecnología de ahorro.

“Otro resultado de estas prolongadas sequias es la falta de alimento y agua potable para consumo de los seres vivos, lo que incrementa el riesgo de enfermedades…”, señaló.

Precisó que una de las medidas para prevenir y enfrenar la sequía es la protección de la vegetación y reforestación con plantas nativas y no cultivar en laderas con pendientes muy altas.

También: evitar la quema de vegetación porque deja el terreno reseco y por ende es más propenso para que pierda su capa vegetal y se destruya gran cantidad de organismos.

Almacenar agua para enfrentar la sequía hidrológica

Para Pablo Zamora, ingeniero civil e investigador en hidrología, para enfrentar las sequías es necesario implementar proyectos para guardar el agua cuando haya gran cantidad y usarla cuando baje.

“En los países donde hay grandes cuerpos de agua se hace esto, se la represa con sistemas básicos de almacenaje, es similar a un ahorro natural…”, precisó.

ETAPA EP precisamente tiene un proyecto para el represamiento de la laguna Dos Chorreras, en la cuenca del río Tomebamba, en el área que colinda con el Parque Nacional Cajas (PNC). (CSM)-(I)