En idioma latín, educar es criar, alimentar, formar, instruir. No sólo en sentido material, también podríamos aplicar en un plano intelectual y espiritual. Significa el desarrollo cultural y mental de una persona, incluyendo el aprendizaje de conocimientos y habilidades a través de un maestro o educador y/o del autodidactismo.
Todas nuestras decisiones están guiadas por los valores personales, nos ayudan en el avance de la sociedad. Dichos valores nos conciencian de las consecuencias de nuestros actos sobre la Tierra y su Naturaleza. Los valores humanos nos sensibilizan a ser mejores en nuestra vida; con cultura, experiencias, conocimiento, habilidades, valores morales, costumbres, fe, etc. En la escuela se refuerzan la tolerancia, libertad, responsabilidad, justicia, amistad, honestidad, deportes y asignaturas obligatorias.
La educación integral y holística de las personas, es la base para el ejercicio crítico y responsable de la ciudadanía democrática con formación en valores, principios y normas que permiten la convivencia, mediante la formación de la personalidad emocional frente a los retos de la sociedad y la Naturaleza, ésta última tan degradada por asuntos antropogénicos. Para los alumnos que concluyen la educación primaria, la formación en valores cívicos y éticos, son los conocimientos, actitudes y referentes que conciencian la identidad, en el campo personal y cultural de una sociedad plural, libre y progresista.
Nadie ama lo que no conoce, lo correcto es sentirnos identificados en un marco de responsabilidad social. A los ecuatorianos no hace falta quererle a nuestra Patria, respetarla, cumplir con nuestras obligaciones, elegir correctamente a los políticos honestos y respetuosos y exigir de ellos el cumplimiento de sus obligaciones. El cambio empieza con lo personal y luego modificaremos los errores de la sociedad en busca de un mejor futuro colectivo. Es el hogar el crisol de nuestra formación. (O)