En estos días hay decenas de venezolanos caminando por las vías y calles de ciudades como Quito y Guayaquil y varias urbes de El Oro. Las autoridades ecuatorianas todavía trabajan en un mapeo de la situación de los migrantes que están llegando al país, pero ya hay una cifra preliminar.
El último informe lo emitió la Defensoría del Pueblo. Allí se detalla que en la segunda quincena de noviembre se registró el ingreso de más de 4.000 venezolanos al país. Hasta la semana pasada seguía aumentando esa estadística. Han ingresado, pero no se reporta su salida.
César Córdova, el titular de la Defensoría, dice que hay ciudadanos que llegan procedentes de Perú. Esto después que en el vecino país venció el plazo para que los extranjeros inicien los trámites y regularicen su estatus migratorio. El Gobierno peruano puso como plazo hasta el 10 de noviembre.
Eso provocó el movimiento masivo de gente. “Estamos impulsando la creación de corredores humanitarios para que los ciudadanos venezolanos puedan transitar por el país. El paso debe ser seguro y dando facilidades a los grupos más vulnerables, como mujeres y niños”, detalla Córdova.
Una de las primeras acciones ha sido coordinar con Perú. La propia presidenta peruana, Dina Boluarte, confirmó en declaraciones públicas que cientos de venezolanos están saliendo por la frontera norte, por el lado de Tumbes.
En Huaquillas se habilitó un albergue para 90 personas y está lleno. Tiene capacidad para más de 300, pero por ahora solo se permiten hasta 100. Allí cuentan con alimentación, servicios higiénicos y espacio para bañarse. Pueden quedarse allí hasta 15 días.
Ecuador es considerado el cuarto país en la región que alberga venezolanos. Hasta el último reporte de octubre se contabilizaban más de 443.000 ciudadanos en todas las provincias del país, pero principalmente en ciudades como Quito, Guayaquil y Manta.
De acuerdo con el informe de la Cancillería de Ecuador, hasta el 28 de agosto se han regularizado 67.333 venezolanos. Estos trámites están basados en el Decreto Ejecutivo 826, con el Registro Migratorio y la Visa de Excepción por Razones Humanitarias (VERHU) firmado por Lenín Moreno.
Preocupación
La llegada del último flujo de gente preocupa a las organizaciones venezolanas que están activas en el país. María Llanos, de la organización Los Chamos, advierte que las condiciones de vida de las personas que están en libre tránsito buscando donde quedarse son riesgosas y espera un plan de apoyo desde el Gobierno.
“Hay un alto riesgo de trata de personas. Hay reportes de familias completas caminando por las principales vías. Este mes va a ser muy complicado y veremos más mendicidad en las calles. Se puede ver a muchos padres de familia con sus niños en brazos y es muy peligroso para los infantes”, advierte Llanos.
Aunque en el país funcionan varios grupos de organizaciones sociales el aumento de venezolanos en Ecuador ya generó una alerta para el Gobierno Nacional. La Defensoría del Pueblo también trabaja con organismos reconocidos para ayudar en el cumplimiento de sus derechos.
Llanos detalla que entre las situaciones más difíciles que deben enfrentar, incluso los ciudadanos que ya cuentan con documentos legalizados, es la explotación laboral en diferentes frentes de trabajo.
Hay denuncias que se han ido represando en el Ministerio de Relaciones Laborales. En la mayoría de reclamos, según Llanos, se denuncia a empresas o patronos que pagan entre 100 y 200 dólares mensuales con jornadas laborales de 10 y hasta 12 horas de trabajo.
Polémica marcha activó un plan urgente
La Cancillería pidió un informe al Ministerio del Interior, la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía General para conocer todo lo que está pasando en el cantón Pelileo, en Tungurahua. Los partes policiales advierten de enfrentamientos entre ciudadanos del lugar y grupos de venezolanos asentados en la zona.
En Salasaca, por ejemplo, una de las comunidades, se resolvió que el máximo dirigente, conocido como Gobernador, es quien debe autorizar a los venezolanos para que puedan vivir en el lugar.
En los últimos días también se organizó una marcha en la que se exigía la salida de venezolanos de Pelileo. Hubo simulación con monigotes que fueron arrastrados por las calles y hubo gritos con consignas en contra de los extranjeros.
Ante estos hechos también se comenzó a coordinar con el Municipio de Pelileo para identificar los sitios donde hay venezolanos que pudieran ser víctimas de actos xenófobos. El Ministerio de Mujer y Derechos Humanos activó el servicio de protección para brindar apoyo psicológico, especialmente a infantes.