Cuencano adoptado hace 40 años encontró a su familia biológica

Luego de casi 40 años Daniel Fernando Altamirano Basurto se reencontrará con su familia biológica. Una prueba de ADN le puso un final feliz a esta historia y reveló que sus padres biológicos son José Isaís J., y Luz María Q., oriundos de Santa Isabel, en Azuay.

La historia nació a través del contacto que tuvo con EL MERCURIO para tratar de localizar a su familia, y tras hacerse público su caso, finalmente sabe de dónde viene.

Familia adoptiva

Daniel nació en Cuenca, pero vive en Guayaquil desde los seis meses de edad cuando fue adoptado por una pareja de esa ciudad.

Un domingo 29 de enero de 1984, cuando tenía unos 20 días de nacido, fue encontrado junto a una casa, cuya propietaria era Zoila Vásquez, en la calle Gran Colombia entre Tomás Ordóñez y Manuel Vega, en pleno centro de Cuenca.

Al día siguiente fue ingresado a la casa de acogida Hogar Tadeo Torres, que en ese entonces estaba en la avenida Fray Vicente Solano y Doce de Abril. Se encontraba desnutrido y con una fuerte infección.

Los padres adoptivos de Daniel: Daniel Efraín Altamirano y María Margarita Basurto, fallecieron. A finales de 2005 comenzó a buscar a sus verdaderos progenitores, pues sentía la necesidad de conocer sus orígenes.

Foto cortesía de Daniel.

Inicio de la búsqueda

En su afán de localizar a su familia de sangre y contar su historia, Daniel se contactó con Diario El Mercurio, en Cuenca. El último 6 de diciembre este medio de comunicación publicó un reportaje sobre su caso.

A raíz de esta publicación varias familias se contactaron a las redes sociales y plataformas digitales de este periódico, pues sospechaban que Daniel podría ser su familiar.

Finalmente una prueba de ADN confirmó que se trata de su familia biológica.

El padre reside en este cantón y su madre murió en octubre de 2022. Son cuatro hermanos Nataly, Gabriela y Samantha. Daniel es el primero y único varón. Asimismo tiene un hermano llamado Hernán, que es solo por parte de su madre.

Ahora Daniel tiene previsto reunirse con su familia biológica, que está en Cuenca y Santa Isabel, y espera recuperar el tiempo perdido. Asimismo anhela que su historia sirva como ejemplo para que otras familias puedan reunirse.

Daniel en la actualidad está casado desde hace 12 años y tiene tres hijos varones, de 10, 8 y 1 año seis meses de edad. Es coordinador de la región Costa de un ministerio cristiano.

Su esposa, Silvia Conforme, quien es periodista, fue quien lo motivó y apoyó para buscar a su familia biológica. También sus amigos y compañeros de la iglesia, por lo que se sintió fortalecido en este camino.

Foto cortesía de Daniel con su familia.

“Quiero que esta historia sirva de ejemplo para otras personas que buscan a sus padres no desmayen en su intento, pues con fe todo se puede lograr, y esta es la muestra de que esto es así…”, mencionó.

Daniel recordó que su niñez en el puerto principal fue muy dura y estuvo marcada por maltratos físicos extremos y palabras hirientes por parte de su madre adoptiva, quien también había sido adoptada y maltratada cuando fue niña.

Su padre adoptivo murió cuando él tenía 15 años, tres años después de que le había reveló que era adoptado. Esta fue una noticia que le cambió la vida. Su madre adoptiva murió cuando tenía 21 años.

Tiene una hermano, adoptivo, que también es cuencano y se llama José Luis Altamirano. Ambos ahora han perdido contacto. Su madre murió cuando el tenía 21 años.

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