La depuración del estado se ha iniciado por la acción vertical de la fiscal general Diana Salazar.
Es el comienzo del proceso para extirpar la corrupción que se expande en el sistema de la administración pública tan cuestionada por la corrupción de la narcopolítica infiltrada en los diferentes niveles de organización al punto del colapso institucional del Estado.
“Metástasis” es el nombre con que se denomina la investigación fiscal iniciada con la detención y posterior juicio penal instaurado contra funcionarios judiciales, policiales y más detenidos, 14 mil páginas de documentos procesales fundamentan el expediente en trámite.
Hace pocos días una banda criminal asesinó a varios niños que fueron victimizados según los autores de este infame crimen por error, ya que su objetivo, según dicen fue otro. Dato brutal de atroz cinismo delincuencial.
Miles de personas han sido asesinadas en estos últimos años, en una escalada del crimen organizado y del crimen común sin parangón. En efecto la ola delincuencial sacude la vida cotidiana de nuestra comunidad, al punto que las estadísticas internacionales ubican al Ecuador entre los países más inseguros, lo que nos demuestra cuanto se ha expandido la delincuencia desde el 2007 cuando según los analistas del tema, el crimen organizado inició su escalada delictiva en nuestro país.
Miles de millones de dólares es la cuantificación del costo de la corrupción que, desde la década siniestra, se han desviado en perjuicio de la economía social.
Pero el impacto más grave es la destrucción del Estado de Derecho que sufre nuestra nación.
En esta perspectiva la acción depuradora de la Fiscal Diana Salazar pone en evidencia las tramas de la corrupción siendo el principio del proceso de restauración institucional. En consecuencia, la sociedad civil y las funciones del Estado en pleno deben garantizar su gestión. Ese es el camino que todos debemos construir. (O)
