“No hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti”, un refrán muy popular y que sintoniza con los tristes acontecimientos acaecidos en Pelileo, cuando enardecidos ciudadanos trataron de desalojar a migrantes, sobre todo venezolanos; un acto vergonzoso de xenofobia y discriminación que ningún ecuatoriano quisiera recibir a sabiendas que la migración es un derecho consagrado en la Constitución art. 43. Nos hacemos eco de este negativo suceso recordando que este 18 de diciembre se celebró el “Día Internacional del Migrante”.
Al mencionar este ingrato recuerdo no tratamos de defender a personas que delinquen en la sociedad, a sujetos de otras nacionalidades e incluso coterráneos que siembran el caos y terror, empero, se ha estigmatizado a los migrantes y generalizado al atribuirles como causantes de la inseguridad nacional. No nos olvidemos que muchos ecuatorianos, y ahora más que nunca, son migrantes en países como EE. UU., España y otros europeos que les dan acogida, y no nos gustaría que sean objeto de xenofobia o discriminación, a sabiendas que van en búsqueda de trabajo (58 %), reunificación familiar (18 %) y de mejores condiciones de vida (14 %).
La delincuencia no es exclusiva de migrantes, todos los días conocemos de inobservancias generadas por ciudadanos nacionales y otros, conocemos que en Cuenca se suscitan infracciones en motociclistas, robos todos los días, y otros desafueros que deben ser sancionados a los infractores de cualquier nacionalidad que sean. Migrante no es sinónimo de malandrín, narcotraficante o asesino, al contrario, es un ser humano que busca oportunidades que muchas veces la vida no le permitió o le negó.
Al respecto, es plausible mencionar que nuestros migrantes aportan positivamente para la economía del país, en efecto para el 2023 las remesas alcanzarían un récord con un total de USD 5.315 millones, lo que representa el 4,4 % del producto interno bruto (PIB), una cantidad que alivia la decadente economía nacional. Esta noticia confirma que la migración como tal es productiva, siendo un derecho humano, por ende: “no hagas al otro lo que…” (O)