Exposición muestra la historia de la presencia de la Nasa en Ecuador

1957 tuvo varios hitos en cuanto a la ciencia se refiere. Por un lado, Estados Unidos y la Unión Soviética empezaban su carrera espacial tras el lanzamiento del Spunik 1, el primer satélite en orbitar la Tierra. Por otro lado, se celebraba el Año Geodésico Interamericano, un encuentro en el que 64 naciones del mundo compartían sus avances espaciales.

Pero, además de ambos eventos, también sucedía otro hecho: Ecuador pasaba a formar parte de los sitios que la futura Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés) tomaría en cuenta para desarrollar sus tecnologías.

Aquello lo descubrió el artista y fotógrafo José Luis Jácome mientras preparaba una investigación como parte de su maestría en Fotografía y Sociedad en América Latina.

A través de tres fotografías publicadas en diario El Telégrafo, Jácome se encontró con una estación que fue delimitada por Estados Unidos en las faldas del volcán Cotopaxi en 1957.

Meses después, estadounidenses y ecuatorianos colocarían antenas parabólicas en la estación para que ellas rastreen satélites y naves, como los Apolos, que estuvieran alrededor del meridiano 40, que es el cinturón ecuatorial.

Cuando las antenas comenzaron a funcionar, la información que se recolectaba se enviaba a la NASA a través de cable, valija diplomática o tarjetas perforadas.

La estación funcionó para Estados Unidos hasta 1984. Desde entonces, las antenas se quedaron en Cotopaxi para el uso del Instituto Geográfico Militar.

Muestra

Todo lo narrado forma parte de Ficto, una exposición de archivos, fotografías y textos que José Luis Jácome recogió tras conocer la presencia de la Nasa en Ecuador.

Para investigar, el artista tuvo la oportunidad de ingresar a la estación, de hablar con familiares de las personas que trabajaron con las antenas y de hallar objetos que muestran un pasado poco conocido de Ecuador dentro de la carrera espacial.

Diarios en los que se escribía lo registrado por las antenas, manuales de los equipos instalados y documentos encontró Jácome para exponerlos en Ficto.

La muestra se armó en Cuenca, en Casa Aurora (calles Cisnes y Golondrinas), por medio de líneas de tiempo, de los textos que asentaron la creación y funcionamiento de la estación, y de fotografías de archivo y tomadas por el propio Jácome.    

“Este es un proyecto que se trabaja con archivos. Encontré archivos del 72, del 69. También encontré documentos en los que se ve que apoyaban el proyecto Apolo, el que llegó a la luna”, dijo José Luis Jácome a diario El Mercurio.

La exposición del artista estará expuesta en Casa Aurora hasta el próximo 15 de enero. La entrada es libre y gratuita. Los horarios de atención son: de martes a sábado, de 15:00 a 18:00. ¡(I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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