Del Latin “ius”, derecho, que puede entenderse por “equidad”. La justicia norma la sociedad, no se obstante, hoy observamos que, por todo lado, el ser humano altera la convivencia pacífica y la tranquila conducción de pueblos y naciones. ¿Y qué decir de las instituciones encargadas de su control y que deberían ser modelo de rectitud y honestidad?
El Ecuador contempla con indignación, el caso registrado en el Consejo de la Judicatura, cuyo principal representante, Wilmer Terán, se encuentra enlazado a un caso de corrupción y, ha sido tomado por la justicia. Es inaceptable y por todos los ecuatorianos censurado que, el máximo cuerpo colegiado de la justicia, esté inmerso en graves actos de corrupción. Nos preguntamos: ¿en dónde está la trayectoria que un jurista debe recorrer para ser ungido como defensor y exponente de la verdad y de la honestidad?
Los ecuatorianos rechazamos este nivel de corrupción de altos exponentes de la justicia y estaremos vigilantes que la ley se aplique con su máximo rigor y se sienta un precedente, con el caso Terán. ¡Aspiramos que la justicia vuelva a rescatar ese lugar relevante en el país, que se exhibía en tiempos pasados! (O)