Bruselas.- El primer ministro de Bélgica, Alexandre de Croo, cuyo país ostentará a partir del lunes la presidencia del Consejo de la Unión Europea, cree que las prioridades inmediatas pasan por implementar el pacto migratorio, acompasar la agenda verde con la industrial y mejorar antes de ampliar la UE.
«La relación entre ecología e industria debe volverse más central», declaró De Croo en una entrevista conjunta que publican hoy el diario francófono belga Le Soir y al neerlandófono De Standaard.
El jefe del Gobierno de Bélgica precisa que no ataca el Pacto Verde Europeo, al contrario, pero considera que hay que «conciliar el clima y la economía porque a menudo se ha creado una oposición entre la ecología y la industria» y eso es «un error», pues el objetivo es reducir emisiones y evitar una desindistrialización.
De Croo señala también como una «prioridad absoluta» hacer realidad el pacto migratorio alcanzado entre los Veintisiete, porque se trata de un desafío que «sólo se puede abordar adecuadamente si los países europeos trabajan juntos».
Por último, el jefe del Gobierno de Bélgica incide sobre la importancia de mejorar la financiación y el funcionamiento de la UE antes de acometer una eventual ampliación hacia el este.
«Primero, necesitamos mejorar antes de crecer. Debemos funcionar mejor antes de expandirnos. La realidad es que la UE se va a expandir. Si queremos mantenernos prósperos y seguros, primero debemos hacer nuestra tarea», dice.
El político liberal belga vincula ese concepto no sólo a la toma de decisiones, sino también a la financiación de la UE.
«Una financiación de las políticas europeas basada únicamente en las contribuciones nacionales no es sostenible. Si queremos que esta Europa responda a las expectativas de la población, necesitamos una forma diferente de financiación», dice De Croo, que aboga sin entrar en detalles por alguna «forma de ingresos propios».
Pero cree también que es necesario «reequilibrar el presupuesto a favor de la ecología y la economía» para responder a los subsidios masivos de la Ley de Reducción de la Inflación estadounidense.
«La única respuesta actual es flexibilizar las reglas sobre ayudas estatales. Pero eso es justo lo contrario de lo que deberíamos hacer. Hoy en día, le decimos a Francia y Alemania que sigan adelante, subsidien. Para un país como Bélgica, perdemos en todos los casos», dice De Croo, contraponiendo el músculo financiero de los países grandes y pequeños de la UE.
Euroescepticismo
A seis meses de las elecciones al Parlamento Europeo que abrirán un nuevo ciclo político comunitario de cinco años, y de que Bélgica celebre a la vez elecciones legislativas, De Croo quita importancia al ascenso del euroescepticismo en la UE, como en las recientes elecciones en Países Bajos, donde el ultraderechista Geert Wilders se convirtió en la primera fuerza parlamentaria.
Dice de Croo que los augurios que siguieron al Brexit sobre más países favorables a abandonar la UE no se han cumplido, y ni Wilders ni la ultranacionalista francesa Marine Le Pen hacen «campaña por eso».
«En momentos difíciles, de fuertes tensiones, la gente vuelve a lo que le importa. El mercado único, todos han entendido que es valioso para nosotros. Si digo que Europa debe mejorar, es parte de la respuesta a los euroescépticos. Los euroescépticos quieren una UE que funcione mejor. De acuerdo», razona.
El jefe de Gobierno belga se refiere al mantra euroescéptico de «retomar el control», y destaca que no aplican ese principio en situaciones donde es necesaria masa crítica.
«Cuando se trata de una crisis energética para la cual todos piden un límite de precios a nivel europeo. Y cuando se trata de la guerra en Ucrania, todos dicen que Europa debe resolver el problema», lanza.
Ucrania, Rusia y China
El primer ministro belga sostiene que la UE apoyará a Ucrania «el tiempo que haga falta» y destaca que, pese a las divergencias de Víktor Orban, el jefe del Gobierno húngaro ha evitado vetar las decisiones para apoyar desde Bruselas al país agredido por Rusia, lo que considera es un mensaje potente para Moscú.
«Todos esperaban que Viktor usara su veto. No lo hizo. Sin embargo, quedó muy aislado. Se puede ser muy terco e inflexible, pero llega un momento en que se vuelve muy difícil», dice De Croo sobre la maniobra de Orban de ausentarse momentáneamente de la cumbre europea para no bloquear la apertura de la puerta de la UE a Ucrania.
También en clave geopolítica, el liberal belga se refiere a China, que «no es Rusia» pero que también representa un desafío para el bloque comunitario.
«China no nos ataca en nuestro continente (…). Nuestra relación con China tiene diferentes componentes. Es un competidor económico, con el que comerciamos y seguiremos comerciando, y ojalá aún más activamente. También es un socio en algunos temas, como el cambio climático. Pero también es un país que adopta comportamientos muy hostiles», explica De Croo, que viajará a China en enero. EFE