La arquitectura barroca es la corriente más importante del siglo XVII y mediados del siglo XVIII, época en la que los primeros edificios patrimoniales de la ciudad de Cuenca se construyeron. A pesar de la importancia que tenía para la arquitectura y el arte en general, con la llegada de los movimientos modernos y minimalistas, esta corriente se ha tergiversado de manera abrupta.
El barroco y la corriente barroca no se entiende solo como una época histórica sino como una constante que define un estilo. De esta manera, el barroco se traspasa hacia un plano universal donde es el representante de cierto tipo de arte específico (Haro, 2004).
Por otra parte, también se define al barroco como un estilo emocional que mantiene una estética recargada de elementos, donde el dinamismo y, de alguna manera, mantener una tensión evidente, son fundamentales para lograr esa conexión entre los conceptos y las formas que se buscaban; por esta particularidad es que el arte barroco rompe con estilos anteriores a este, sobresaturado de elementos y descentralizando el interés a un solo punto; es decir, no hay un elemento central como tal, sino que todos conforman de alguna forma ese tema u mensaje que quiere dar el autor con su obra. En cuanto a los temas que trataban los artistas se pone especial atención a la historia y la religión.
En cuanto al sentido etimológico de la palabra barroco no se encuentra un origen preciso; hay varias teorías que pueden explicar su origen. Por un lado, se especula que se relaciona con la palabra portuguesa “barroco” que quiere decir: perla irregular. Aunque según otra estimación, su etimología viene del vocablo francés “baroque”, que es igual a extravagante o bizarro. Y, por último, en los orígenes más aceptados de este término se encuentra el que proviene del latín “barosus”; este término se traduce como bárbaro. En definitiva, el término se origina peyorativamente en la asociación con la extravagancia del movimiento artístico que se extiende del término.
Estilo barroco arquitectónico en Cuenca
Santa Ana de los cuatro ríos de Cuenca, mantiene aún ciertas fuentes artísticas de la época colonial, especialmente en su centro histórico, donde se encuentran sus iglesias, edificaciones que mantienen la corriente Barroca en su máxima plenitud (Prada, 2016).
También se entiende que la ciudad de Cuenca, como urbe, es una cascada de diseño, arquitectura y arte. Todo esto como una herencia barroca, hoy legado que nos permite avisar el contexto de otras épocas. La corriente barroca se destaca con su exageración de detalles, sus formas incompletas e inconexas.
Uno de los elementos que más se precipitan son las curvas que se utilizan en los diseños estructurales de ciertas iglesias del centro histórico que se complementan con la decoración casi excesiva de estos lugares, componiendo un claro ejemplo de arquitectura barroca del siglo XVI. Complementándose con la arquitectura también está la pintura, puesto que, por lo general, los interiores de estas edificaciones se complementan con óleos de igual corriente barroca, haciendo juego con los decorados de los muros interiores (Figueroa, 2017). Como algunos ejemplos de la presencia del estilo barroco en la arquitectura cuencana, según el Ministerio de Turismo (2015), encontramos:
– Iglesia de El Sagrario: Considerada “catedral” hasta la fundación de la que hoy es la catedral de Cuenca. Posee arcos curvos y su estructura cubre una cuadra.
– Iglesia de Todos Santos: Es de las más o la más antigua de Cuenca; fue construida con diferentes corrientes arquitectónicas como el neoclasicismo, el gótico y el barroco, por eso su composición de mármol para las fachadas.
– Iglesia de San Francisco: Su construcción se retoma a un barroco casi primitivo con finos tallados revestidos en pan de oro y los altares que se conservan hasta la actualidad.
– Iglesia de San Alfonso: Esta se construyó sobre las ruinas del convento de San Agustín, por ende, intenta recordar su estilo renacentista, pero dándole ciertos toques barrocos a sus fachadas.
– Iglesia del Carmen de la Asunción: Una de las mayores muestras de arte neoclásico y barroco de la ciudad, con su puerta en saltada por dos columnas típicas del movimiento barroco, talladas en piedra de mármol con imágenes de santos pintadas a mano.
– Catedral de la Inmaculada Concepción: Su arquitectura domina el estilo barroco, donde se resaltan sus tres cúpulas y su baldaquino con columnas salomónicas bañadas en pan de oro.
Iglesia de San Alfonso, intenta recordar su estilo renacentista, con ciertos toques barrocos a sus fachadas.
Presencia de movimientos modernos
El movimiento moderno se caracteriza por volúmenes geométricos y elementos minimalistas, dejando atrás los estilos arquitectónicos de antes del siglo XIX y anulando las corrientes barrocas que a contraposición tienen este dinamismo de armonización de elementos diversos sin la necesidad de que sean simétricos, elementos que agregan personalidad a cualquier diseño arquitectónico (Van der Wounde, 2000). La arquitectura moderna, al igual que todo arte, es más bien un lenguaje que trata de proyectar la cotidianidad de la sociedad correspondiente al tiempo de donde provenga.
El barroco es un movimiento impactante a la hora de hablar de la arquitectura cuencana; sus estilos de construcción no serían lo que son sin estas fuertes influencias. Además, se da un gran valor a estas obras, ya que tanto la población como el gobierno ponen de su parte a la hora de conservarlas. Por el aspecto de la estandarización se habla acerca de las causas; se mencionan aspectos de eficiencia y aspectos económicos, sin embargo, está claro que esto no deja atrás la creatividad y la manera en que esta recupera algunas herramientas de influencias anteriores; por ende, también se deja en evidencia que el estilo barroco es aplicable en obras modernas y que siguen aún presentes en la actualidad (Andrade, 2023).
El Barroco es una de las mayores influencias a la hora de hablar del arte del centro histórico tanto en sus esculturas, pinturas, etc. De esta manera, el centro histórico de Cuenca se convierte en una fuente constante de inspiración para artistas de todo el mundo; por ende, su riqueza histórica es ideal a la hora de buscar formas nuevas de arte (Vivar, 2023).
En conclusión, se evidenció que el estilo barroco es de los más importantes movimientos a la hora de mencionar el centro histórico de Cuenca como patrimonio cultural de la humanidad. Además, la sola influencia de este movimiento en la arquitectura, aporta con grandes obras que son considerados hitos artísticos de todos los tiempos, por contar la historia de la ciudad de manera única y particular. (NNM)
Iglesia del Carmen de la Asunción, es una de las mayores muestras de arte neoclásico y barroco de la ciudad de Cuenca.