Un plan financiero personal y/o familiar permite la administración de forma racional y eficiente de los recursos económicos. Parte de esta conceptualización es abordada a través de las finanzas personales promoviendo un buen manejo de flujos financieros, que incluye:
- Ingresos: Cálculo de la salud financiera individual y/o familiar utilizando el valor neto disponible (diferencia entre activos y pasivos) como insumo para el diseño de una estrategia financiera.
- Gasto: Priorización de las necesidades individuales y/o familiares. Es transcendental evaluar la relación precio-cantidad-calidad al adquirir un bien o servicio. Se sugiere revisar el uso (consumo) con tarjeta de crédito, y verificar las fuentes y plazos de endeudamiento.
- Ahorro: Diseño de un presupuesto personal y/o familiar considerando al ahorro como un valor fijo. Tener un “fondo de emergencia” y el definir un objetivo de ahorro (viaje, estudios, bien inmueble, etc.) transforma la visión de la provisión de recursos.
- Inversión: El apetito al riesgo del individuo y la relación directa entre riesgo y rendimiento financiero se debe considerar, pues incrementar el rédito financiero implica asumir mayor riesgo, y viceversa.
La recomendación final es fomentar la cultura de administración financiera a través de programas de educación financiera en todos los niveles de formación, con ello, se toma conciencia del valor del dinero y el esfuerzo que se realiza para su obtención. (O)