¡Por todos es esperado el último día o cierre del año que concluye el 31 de diciembre y que anuncia el advenimiento del nuevo año! Abrazos, saludos y deseos por mejores días, por salud, por viajes y por renovados encuentros. Se alienta el uso de la ropa de color amarillo, entendido como el color de la suerte y de la bonanza. Igualmente, el uso de ropa color plata, alienta el pensar y anhelar la búsqueda de dinero. Costumbres arraigadas con mayor fuerza en la costa del país, al igual que la tradición de rondar la casa portando una maleta que propulsaría las salidas de viaje. Es común también servirse doce uvas a la media noche del 31 de diciembre, para pedir con fuerza, un deseo que, deberá ser cumplido, a la par, que se recrea del frescor de las uvas. Los saludos de Año Nuevo irán siempre acompañados de bebidas fuertes y espumantes y de la tradicional cena, presidida por el clásico pavo y los buñuelos con miel.
El ambiente de las ciudades estará presidido por luces de colores en el cielo, globos y castillos. Todas estas celebraciones, en nuestro país estarán presididas por el clásico “año viejo”, un muñeco de trapo y repleto de cohetes que representa el año que se apaga, el que irá acompañado de un testamento que, escrito con gran humor, se lee entre amigos y familiares, en torno a todo aquello que el Viejo dejará a sus conocidos, luego de ser quemado en una hoguera.¡Cuando ya se ha quemado al Viejo, suenan los relojes que anuncia la llegada del nuevo año! ¡Aspiramos que estas costumbres mantengan el ánimo de la gente que habla del humor y el gusto por la tradición! ¡Feliz Año Nuevo! (O)
