Madrid.- Mientras la moda rápida y su consumo acelerado han marcado las últimas décadas, su antagonista, la moda lenta, pone el foco en la compra meditada de prendas atemporales y versátiles, ganando terreno y concienciando desde firmas, diseñadores y también redes sociales hacia armarios pequeños y de calidad.
Conceptos como ‘armario cápsula’, ‘regla del 333’ o moda circular crecen a la misma velocidad que lo hacen gigantes de precios bajos y fabricación masiva como las marcas Shein o Temu. La moda lenta aboga por el ‘menos es más’, un lema que se atribuye a Gabrielle Chanel.
«Notamos más interés y pensamiento a la hora de seleccionar las piezas que se compran. Antes el éxito era tener mucho a muy buen precio, y ahora empieza a cambiar la tendencia: menos de mejor calidad», explican a Efe Margarita Ruyra de Andrade y Valentina Suárez-Zuloaga, creadoras de la plataforma española Es Fascinante.
Madre e hija lanzaron en 2018 esta comunidad de moda en la que apuestan por representar firmas que ponen el foco en procesos sostenibles, diseño de autor y creados bajo los estándares de la moda lenta, un concepto importado desde Estados Unidos del que fueron pioneras en España y que ahora cala a gran escala.
«El lujo silencioso y la vuelta hacia las prendas de calidad atemporal vuelven para quedarse» aseveran desde Es Fascinante, donde perciben notablemente un cambio en las tendencias de consumo. «Lo más difícil era hablar de la calidad y lo hecho en España, ninguna revista hacía suficiente eco», indican sobre sus orígenes.
Cinco años después, «todas ofrecen y comunican, sobre todo, ‘online’, la posibilidad de adquirir interesantes piezas hechas en España», explican las creadoras, que desde su comunidad ofrecen el apartado «selección de producto», en el que fomentan piezas atemporales y versátiles que pueden verse combinadas entre sí.
De esta base, la de combinar básicos y explorar posibilidades, parte también la ‘regla del 333’, convertida en una tendencia viral en la plataforma TikTok, nicho de las generaciones más jóvenes como la Z y en la que el consumo sostenible también encuentra su hueco gracias a este tipo de tendencias.
Esta regla apuesta por configurar un armario pequeño conformado por tres partes de arriba, tres partes de abajo y tres calzados diferentes, un total de nueve prendas con las que se pueden generar más de una veintena de estilismos a partir de diferentes combinaciones entre sí.
Generalmente, este tipo de prendas se rigen por tener un corte básico y atemporal, que es el mismo que siguen firmas en alza durante este último año, templos de prendas básicas y de materiales de alta calidad pensados para ser versátiles y durar en el tiempo.
«El menos es más es un nuevo estilo de vida que conlleva orden físico y mental, lo que nos ayuda en nuestro día a día y con el que conseguimos, también, alcanzar metas y objetivos», explica Begoña Pérez, más conocida como ‘La ordenatriz’, un referente en orden a nivel nacional en la estela de Marie Kondo.
Para Pérez, una de las organizadoras profesionales con más renombre en España, «la sociedad se está encaminando a la ecología, la utilidad, dar una segunda vida a las prendas y llevar un estilo de vida más saludable, para sentirme bien por dentro y por fuera», indica sobre esta tendencia que se instaura en los armarios.
Frente a piezas de corte excéntrico y marcadas por tendencias arriesgadas, las prendas básicas en tonalidades neutras y tejidos de alta calidad ganan terreno entre diferentes generaciones, una oda al minimalismo que es al mismo tiempo sinónimo de sostenibilidad. EFE