Últimas horas

Entre la angustia, el miedo, la indignación, coraje y una ola de sentimientos encontrados frente al estado de terror vivido durante las últimas horas en el país, surgen más preguntas que respuestas a la hora de reflexionar sobre estas dramáticas y dolorosas escenas, cuando delincuentes irrumpieron en TC Televisión como parte de una serie de ataques coordinados y simultáneos con el claro objetivo de crear una sensación de indefensión extrema en la población. Paralizaron al país, desnudaron el miedo y la desconfianza que ya vivíamos por las extorsiones, las vacunas, las bombas, las amenazas, los secuestros, etc., mostraron su “omnipresencia” y sus tentáculos expandidos hasta el último rincón de la sociedad ecuatoriana y sus instituciones a través de la corrupción. Pero, ¿qué buscan las mafias al utilizar a jóvenes como “carne de cañón”? Escucharlos decir que son los “regalados”, que saben que “ya están muertos”, que sus días están contados porque su vida está involucrada en una especie de juego de ruleta rusa es muy doloroso, entristece el corazón, estremece la piel y, sobre todo, el alma. Espejos de una sociedad inequitativa, excluyente y racista. No más impunidad con los capos de las organizaciones criminales, sus operadores políticos, judiciales y policiales de lavado y de posicionamiento mediático. Es urgente que el Estado ecuatoriano garantice la protección de los medios de comunicación y los periodistas del país. (O)

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.

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