El país reconoce los esfuerzos que en Cuenca se hacen en unidad. Es de público conocimiento la capacidad que tienen sus instituciones, públicas y privadas, de trabajar en conjunto con un objetivo común. La conservación de sus fuentes hídricas, la defensa de su autonomía, y hoy, el cuidado de de la seguridad; son ejemplos de esa capacidad que tiene Cuenca de desprenderse de egos personales y políticos para, en unidad, conseguir objetivos de beneficio superior.
Hace unos días la fotografía de un estrechón de manos entre Alcalde, Gobernador y Prefecto fue motivo de elogios y aplausos virtuales. Esa foto se tomó luego de una rueda de prensa en la que las autoridades, en conjunto, daban detalles de la liberación de los guías penitenciarios que llevaban cinco días secuestrados en la cárcel de Turi. Era el colofón de una semana de gestiones conjuntas por recuperar la paz en una ciudad que no está acostumbrada a bombas panfletarias, autos incinerados y víctimas de sicariato. El trabajo conjunto de vigilancia preventiva y disuasiva permitió que la ciudad pueda encontrar la forma de continuar con sus actividades, incluso como acto de resistencia ante la agresión de la delincuencia organizada.
Las manos estrechadas en unidad fueron el símbolo del éxito que se puede lograr cuando se deponen agendas individuales por una hoja de ruta común. La sociedad reconoce esos gestos. Según Clima Social, el 56 % de la población cuencana tiene expectativas optimistas sobre el futuro. La aprobación de gestión tiene cifras que deberían reforzar ese trabajo conjunto, la perspectiva positiva para la gestión del Alcalde llega al 88 %, para el Presidente está en 58 % y para el Prefecto en 42 %.
Que el gesto de unidad, junto con el impulso de confianza que la sociedad está otorgando, sirva para reivindicar y sostener ese trabajo conjunto entre Prefectura, Alcadía y gobierno, al que seguro se adhieren universidades y gremios, ahora que el peligro de la crisis económica vuelve a ocupar titulares.
