Se ve con muy buenos ojos y gran aceptación el plan que ha desarrollado el Gobierno Nacional para tratar de recuperar la seguridad del país y brindarnos esa tranquilidad a todos los ciudadanos que tanto anhelamos. Todo este desgaste emocional que hemos vivido en estos días ha sido grande, el temor se siente en todo el desarrollo de las actividades diarias y, hoy por hoy, no somos mas que unos meros expectantes de lo que nos traerán las noticias, algunas reales otras mentirosas, mas el desenfreno y el desasosiego continúan presentes.
Si bien es cierto, el plan presentado hasta el momento por parte del Presidente se le ve adecuado, consideramos que existen otros componentes de los cuales aun no se han conversado o, al menos, no se han hablado con mayor detalle ni detenimiento; siendo más puntuales, se estiman alrededor de mil trecientos detenidos como producto del plan Fénix, a lo que como acto seguido se nos vienen las interrogantes, una vez que se han aprehendido a estas personas, ¿tenemos un sistema judicial expedito para procesarlos sin errores y como se merecen?, si la respuesta a esta interrogante es positiva, crece una nueva duda, una vez que es procesada y sentenciada una persona, ¿nuestras cárceles tienen las condiciones en capacidad, seguridades, y demás componentes para soportar un ingreso masivo de reos?, y no podríamos olvidar una tercera arista, con estas medidas, ¿todo este andamiaje amenazador será eliminado por completo de nuestro país?
El daño generado en la sociedad es grande y profundo, no podemos bajar los brazos y aceptar esta nefasta realidad asumiendo que, si otros países ya lo hicieron, ahora es nuestro turno de aprender a convivir con esto. Pintemos nuestro país de otros colores, los que en verdad nos merecemos. (O)
