La situación de delincuencia registrada en el país, en los primeros días de enero, que motivó los Decretos Presidenciales de Excepción y de Emergencia, ha generado una merma sustancial en la recepción de turistas en todo el país. Es motivo de inmensa preocupación saber que hoteles, restaurantes, bares, transporte y sector cultural han sido cancelados y disminuido sustancialmente la afluencia de viajeros y de usuarios. Durísimo golpe a la debilitada economía del país, que esperamos se recupere en el corto plazo.
Es de esperar que, de frente a las festividades del Carnaval y Semana Santa, se asuma un plan consistente frente a la seguridad nacional y se procure que las actividades culturales y turísticas, vuelvan a procurar la afluencia de visitantes y a permitir un ingreso consistente para nuestra ciudad de Cuenca y para el país entero, ávidos del fortalecimiento de su economía.
Como integrantes de la sociedad ecuatoriana, lamentamos esta situación. De violencia que vive nuestro país y que registra su historial último, anclado en la base de Manta que fuera implementada por el Presidente Jamil Mahuad en 1999 y, que tenía como objetivo fundamental combatir la narcoguerrilla en la región. En 2009, se cancela el acuerdo suscrito con Washington para la continuación de este Centro de Seguridad Cooperativa, por orden del Presidente Rafael Correa, con el respaldo de UNASUR, con el afán de eliminar la presencia de bases extranjeras en el país, aspecto incluido ya en la Constitución de 2008.
Es así, cómo la situación de control del narcotráfico, de la violencia y de conmoción en el país, se ha agudizado considerablemente en este primer mes del año nuevo. ¡Los ecuatorianos abogamos porque el país vuelva a su estado de tranquilidad para beneficio del Ecuador entero! (O)
