En el año 1994 con la Consultora cuencana ACSAM Cía. Ltda iniciamos los diseños de alcantarillado para Esmeraldas. Ya en ese entonces existían barriadas muy peligrosas, ubicadas en la margen izquierda del río con el mismo nombre, a las se que podría ingresar tan solo la Marina. Los servicios básicos eran gratis, nadie quería entrar a registrar consumos. Por este territorio ó por vía fluvial se transporta droga desde Colombia hacia los puertos ecuatorianos y luego a Norteamérica y Europa.
Los asentamientos en las colinas eran igualmente pobres, carentes de servicios esenciales, servicios de salud y educación deficitarios, conseguir un trabajo estable era una lotería. Los hechos de violencia eran frecuentes y con la participación de jóvenes y adolescentes. Paradójicamente por sus puertos sale riqueza nacional: petróleo, pescado, camarón y madera e ingresan vehículos y electrodomésticos. Sus playas como Atacames, Súa, Tonsupa eran las preferidas de las familias del norte del Ecuador.
Ya en Guayaquil, hace tres décadas, en el desarrollo de estudios para mejorar los sistemas de agua potable en los asentamientos Malvinas de propiedad de Toral Zalamea y en Monte Sinaí, Sergio Toral, Valerio Estacio sentíamos la inseguridad al recorrer sus calles. Nos llamó la atención que la mayoría de la población migrante eran gente buena procedente del Azuay y Cañar en búsqueda de trabajo, obligados a dejar su tierra, sus costumbres al no encontrar forma de sustento para sus hijos o que no habían podido alcanzar el “sueño americano”. Similar historia se repetía en Durán llegando a convertirse en la 5ta ciudad más poblada del país con 295.211 habitantes, INEC-2022, penosamente ahora convertida en la urbe más peligrosa.
Hace muy bien el presidente Daniel Noboa al desplegar al Ejército en las calles, liberar las cárceles del crimen organizado, la planificación de nuevas megacárceles de máxima seguridad, habiendo recibido solidaridad y apoyo internacional. Sin embargo, igual de importante y urgente es trabajar para atender a la población más desprotegida, brindar educación y salud de mejor calidad y sobre todo fomentar fuentes de trabajo, para lo cual debe contribuir no solo el Estado sino la sociedad entera. (O)