Hoy, más que nunca, Ecuador debe contar con una política de Estado en relación con la niñez y juventud, expuesta de manera agresiva a todos los avatares que la sociedad y el mundo moderno oferta, en el tránsito de formación y desarrollo. Es importante conocer que ciertos estratos de la niñez y juventud ecuatoriana por circunstancias especiales de sus padres, no pudieron recibir educación y ciertas comodidades básicas por lo que se dedicaron a lo callejero, a sobrevivir mediante el asalto, robo y para saciar el hambre, ingresar al uso de las drogas y llegar a la circunstancia especial por la que estamos pasando… delincuencia, juvenil.
No se habla de una actividad que podría de alguna manera solucionar este problema social como es el deporte, que debería ser política de estado, entregar a través de las federaciones provinciales del deporte los suficientes recursos para que se habrán escuelas deportivas gratuitas que luego de varios selectivos formen parte de las selecciones provinciales, luego nacionales…Qué pasa ahora que por falta de recursos ya no hay los Inter escolares, los intercolegiales los juegos nacionales en las diferentes categorías… Sin estos eventos deportivos que son el gran crisol formativo del deportista, en donde nacen los futuros héroes deportivos, los Rolando Vera, Raúl Ortega, Patricio Tamayo, Arturo Cárdenas, Charito Sánchez, Miriam Ramón, Jefferson Pérez, y tantos que han dado brillo, nombre y reconocimiento a nuestra Ciudad y País.
¿Qué hacen las escuelas, colegios y los padres de familia, que deben exigir la actividad deportiva como el gran complemento para una educación integral y sólida?
Hemos presenciado silentemente, la desaparición de los partidos y campeonatos que llenaron coliseos con el baloncesto de los cuencanos, los estadios con la generación de deportistas de sangre y corazón azuayos para nuestros equipos que son llenados con cuotas foráneas. (O)
