Continúan las requisas en la cárcel de Turi de la ciudad de Cuenca. Uniformados de las Fuerzas Armadas, desde el pasado domingo 14 de enero hasta la fecha, han decomisado armas de fuego, municiones, teléfonos celulares, droga, licor y otros numerosos objetos.
Además, retiraron objetos encontrados al interior de las celdas y pabellones, lo que se ha convertido en un “montón de basura” que está siendo retirado con el uso de retroexcavadoras, señalaron las autoridades.
Una de las más recientes acciones de las Fuerzas Armadas fue la desinstalación de equipos de televisión por cable y redes informáticas clandestinas que habían sido instaladas en la cárcel. Los militares difundieron imágenes del retiro de antenas y cables.
Milton Benítez, gobernador del Azuay, sostuvo que los operativos de requisa se mantienen y que las instituciones del Estado tienen el control del centro penitenciario de Cuenca.
En cuanto a la polémica generada por la existencia de túneles en el centro penitenciario, Benítez explicó que si existen estos conductos, pero que son parte de la construcción original de la cárcel de Turi. Estos túneles fueron previstos para que allí ingrese la fuerza pública en caso de requerirlo por cualquier problema, detalló.
Estos conductos conectan a las instalaciones de la parte interna de la cárcel, pero no permiten salir del centro carcelario, dice la autoridad.
Mientras se desarrollan las revisiones, las personas privadas de la libertad cumplen la limpieza de las celdas, aseo personal y otras actividades dentro del marco del respeto a los derechos humanos señalan las instituciones de control.
El Gobernador informó que en los amotinamientos que han sido generados anteriormente por las personas privadas de la libertad fueron destruidos casi en su totalidad los sistemas tecnológicos de vigilancia y seguridad, por lo que se debe pensar en un nuevo equipamiento de cámaras y sistemas de vigilancia.
La última semana, las entidades encargadas de la cárcel de Turi han utilizado maquinaria para labores de limpieza y reponer las seguridades con suelda y candados.
Los militares están utilizando detectores de metales para localizar las armas debido a que estas fueron ocultas en distintos lugares, como paredes, pisos y otros espacios. También se está usando maquinaria para remover tierra.
El Centro de Privación de Libertad (CPL) Azuay o conocido como cárcel de Turi está al mando de los militares.
Las labores de revisión continuarán los próximos días, teniendo en cuenta que las instalaciones de la cárcel de Turi son amplias, en un terreno que tiene un aproximado de dos hectáreas y media.
Las autoridades señalan que la alimentación se está cumpliendo con normalidad a las personas privadas de la libertad, además que se ha coordinado con familiares para que faciliten ropa adecuada para los reclusos.
Pasillos y túneles del centro carcelario
Los efectivos de las Fuerzas Armadas desarrollan operaciones militares con equipos tecnológicos del Cuerpo de Ingenieros del Ejército para realizar un barrido de las superficies a través de georadares que funcionan mediante ondas electromagnéticas. Esto permite detectar si hay materiales distintos a la composición normal del suelo como tuberías, cables, cavidades, huecos, túneles o fosas clandestinas.
De esta forma se localizó un pasillo que al parecer servía para que las personas privadas de la libertad hayan improvisado un taller para fabricar varios objetos no autorizados.
Con estos dispositivos también se buscan escondites construidos por los reclusos para ocultar armas y sustancias sujetas a fiscalización.
Cabe mencionar que durante estás operaciones también se detectaron varios túneles que sirven de conexión entre los nueve pabellones de este centro carcelario.