Colombia bajo una cadena de incendios
A tan solo 70 kilómetros de Bogotá, la reserva ‘La Chucuita’ en la población de Nemocón, ubicada en el departamento de Cundinamarca (centro), vive ahogada en una nube de humo por el voraz incendio cuyas llamas están cada vez más cerca de las casas.
Una de ellas es la de Camilo José González Martínez, un ingeniero ambiental y académico en la Universidad del Bosque de Bogotá, que dijo que de no ser por la colaboración ciudadana, su casa «ya se habría quemado».
Este sábado 27 de enero de 2023, la ministra de Ambiente de Colombia, Susana Muhamad, afirmó que aún hay 17 incendios activos en el país, exacerbados por el intenso calor y la escasez de lluvias que se vive por el fenómeno de El Niño.
Protegido con una gorra y unas gafas de sol que esconden un rostro lleno de ceniza y sudor por recorrer la vereda cerca del fuego, González relata cómo gracias a sus vecinos consiguen mantener el fuego apartado de las viviendas.
Desde el martes por la mañana, el incendio no da tregua a los habitantes de la reserva ‘La Chucuita’, que se han visto obligados a sumarse a la ayuda ciudadana que trabaja «día y noche tratando de contener las llamas», cuenta González.
Mujeres y hombres con sombrero y tapabocas se ocupan de proteger su propia tierra y sus casas.
Hasta el momento los lugareños han recibido ayuda de organismos de emergencia como la Cruz Roja y Defensa Civil, pero González no comprende «por qué el Gobierno nacional no ha puesto ojos en este municipio» y no los ha dotado con un equipo de bomberos para combatir las llamas.
Una pérdida «inconmensurable»
La reserva, que antiguamente llevaba el nombre del «Alto de las Tinajas», tiene vegetación autóctona y este desastre supone, en palabras de sus habitantes.
Protegido con una gorra y unas gafas de sol que esconden un rostro lleno de ceniza y sudor por recorrer la vereda cerca del fuego, González relata cómo gracias a sus vecinos consiguen mantener el fuego apartado de las viviendas.
Desde el martes por la mañana, el incendio no da tregua a los habitantes de la reserva ‘La Chucuita’, que se han visto obligados a sumarse a la ayuda ciudadana que trabaja «día y noche tratando de contener las llamas», cuenta González.
Mujeres y hombres con sombrero y tapabocas se ocupan de proteger su propia tierra y sus casas.
Hasta el momento los lugareños han recibido ayuda de organismos de emergencia como la Cruz Roja y Defensa Civil, pero González no comprende «por qué el Gobierno nacional no ha puesto ojos en este municipio» y no los ha dotado con un equipo de bomberos para combatir las llamas.
Al menos 180 hectáreas de vegetación han sido arrasadas por las llamas pero con el esfuerzo conjunto de los habitantes del sector ha «logrado evitar que el fuego pase a las casas de la vereda», explica González.
Perros, gatos, gallinas o caballos también fueron desalojados y apartados del gran incendio gracias a la solidaridad del pueblo que se ofreció a salvarlos de la devastación.
Están haciendo «todo lo posible», pero González reconoce que no son personas capacitadas en el tema y por eso piden desesperados que el Gobierno nacional mande ayuda.
Mientras la lucha contra el fuego sigue sin pausa en varias partes de Colombia, el país espera la llegada de ayuda internacional para combatir los incendios, anunciada por el presidente colombiano, Gustavo Petro, y por el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, que sin embargo no han detallado fechas ni el alcance de la misma.