Aproximación poética

Aníbal Fernando Bonilla

El abismo al que se somete la palabra -entretejida de miedos y soles- sujeta a variadas interpretaciones, da la medida del alcance y conjetura que se puede obtener del maridaje literario. Las puertas que se abren entre la inclemencia y el hastío. Los signos de interpelación sin respuestas concluyentes. La mano extendida en la perspectiva de rescatar/reivindicar la esperanza. La búsqueda de la otredad en los espejos. El devenir inevitable de los sueños detenidos en el umbral del mar. La aproximación del vacío en los ojos diminutos de la noche. La inclemencia a borbotones. La lontananza como preludio de un nuevo ocaso, sin estrellas perceptibles. Las miradas retenidas en las dudas, en los escondrijos, en las profundidades. La gota esparcida en el pavimento de la ciudad consumida de fuego y consumada de historia. La sensación de quietud al fondo del túnel.

La nostalgia a flor de labios; sonrisa que se cuela discreta en el preámbulo del verano. Los abrazos que atestiguan las horas mudas y remotas. La imagen del cielo en el fulgor del rojo horizonte. El beso marchito-bendito frente a la fugacidad del amor, tan manido en asuntos de escritura. Los afectos suspendidos en el vértice del camino. El sonido de lluvia y lágrima en la triste habitación de hotel. Las paredes que envejecen inexorablemente ante la impavidez del huésped. El adiós en la decisión agónica del amante. Las ideas que navegan en las aguas movedizas del ayer y del presente. Las lecturas y homenajes a inventores de textos sempiternos (como afirma Rolando Gabrielli “somos la suma de todos los libros de poesía leídos a lo largo de nuestras vidas”). La creación como mecanismo de aliento, sosiego y pesadumbre.

La poesía, causa insondable del ser en el laberíntico parpadeo de la vida. Llamarada que inflama los hechizos. La huella que no entiende de raciocinio. Y se expande ante distancias y vericuetos interminables. La roca que pervive entre siglos. Abierta a la ruptura de sus propios límites, en conjunción con el desequilibrio. (O)