Los principales exponentes de nuestra clase política decidieron abrir un debate sobre el nivel de inteligencia del uno y la capacidad de pronunciar el inglés del otro. Sí, en medio de una crisis de seguridad y económica, el escenario público sirve de ring para el sarcasmo político. Sin embargo, en la mesa de discusión está una propuesta para acortar en algo la brecha fiscal y financiar los desafíos del conflicto interno, a partir del aumento de impuestos.
A la par de esta conversación, las imágenes que se muestran sobre los operativos de Fuerzas Armadas en la búsqueda de sus “objetivos militares”, dan cuenta, entre otras cosas, del abuso de autoridad expresado incluso en maltrato a adolescentes, quienes, cabe recordar, son sujetos de derechos. La “guerra” nos pone en una condición de extrema vulnerabilidad económica y social, porque, además, se exige financiarla con 1300 millones de dólares, razón por la cual cabe buscar alternativas de solución que no sean únicamente la impositiva o el escalamiento bélico.
La Universidad de Cuenca, junto con otras organizaciones propone un espacio de diálogo y reflexión sobre alternativas ante la crisis por la inseguridad, la pobreza, el desempleo, la crisis climática y la protección de la naturaleza. La temática es amplia porque el abordaje sobre la delincuencia e inseguridad no puede reducirse a una o dos aristas y mucho menos a qué tan “nice or incredible” sean.
La articulación de una propuesta de solución duradera debe venir desde varios aportes y actores. De ahí que el rol de la academia, hoy representada por la U. Cuenca, es fundamental para señalar los espacios de mayor y urgente intervención gubernamental, ya sea nacional y local, así como las alternativas de solución que desde el sector privado también puedan contribuir a una mejor gestión de la seguridad que sea reforzada con la intervención educativa y social y el incremento en productividad y empleo. (O)
