Las altas temperaturas que registró el país en enero tuvo un efecto inmediato en todas las ciudades: el consumo de agua aumentó de manera alarmante. En Quito, por ejemplo, una de las ciudades más pobladas, se superó el promedio en litros de agua que gasta un ciudadano diariamente.
La Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) calcula que normalmente una persona consume hasta 180 litros de agua al día en la capital. Pero en las últimas dos semanas de enero se llegó a registrar un consumo con un promedio de hasta 240 litros. Los técnicos de la Epmaps también creen que las clases virtuales y el teletrabajo generan un mayor consumo de agua.
¿En qué zonas se registra más consumo? Henry Proaño, de la Unidad de Operaciones de la entidad, explica que se ha identificado una mayor demanda en la zona céntrica como el parque La Carolina, zonas residenciales como en los Valles, Tumbaco, Cumbayá, entre otras.
Hay un inusual consumo obligó a la empresa municipal a promover una campaña para incentivar el consumo responsable del líquido vital. La alta demanda de agua imprevista en enero alcanzó los promedios de consumo del 2023 de 250 litros en días calurosos y en vacaciones escolares. “Mucha gente consume agua en el riego de jardines, piscinas, lavado de autos y otras actividades innecesarias”, precisa el técnico.
En Guayaquil, la situación es similar. Con las altas temperaturas se superó un consumo promedio de 250 litros por persona al día. En Cuenca también hubo un promedio de 220 litros por persona, según las mediciones del Municipio. Estas estadísticas duplican y están muy cerca de triplicar el promedio de consumo de agua recomendado por especialistas.
Juan Moreira, ingeniero ambiental, enfatiza que no hay ningún aporte ciudadano en el consumo racional del agua potable. “En las ciudades más pobladas es evidente la demanda del líquido vital, pero también hay gente que gasta el agua sin medida. En la sierra se ve gente regando jardines. En la sierra arman piscinas inflables. No hay conciencia”, cuestiona.
Moreira recalca que la Organización Mundial de la Salud (OMS), en sus estudios técnicos, recomienda que una persona, en promedio, requiere de 100 litros de agua al día para satisfa- cer sus necesidades, tanto de higiene así como de consumo. En las ciudades densamente más pobladas esa estadística está muy distante.
En Guayaquil, el Municipio comenzó a trabajar en diversas zonas con campañas para cuidar el líquido vital. Las zonas que reportaron más calor fueron el callejón Interandino y la región de la Amazonía también reportaron un aumento en el consumo del agua. Así, por ejemplo, según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) en Orellana se disparó el gasto de agua porque se alcanzó una temperatura de 35,5 grados centígrados.
Por el momento, los Municipios del país confían en que vuelvan las lluvias para un abastecimiento sin problemas del agua. También en estos días se promoverán mensajes para cuidar el agua en los días de carnaval. En los cuatro días del feriado también se disparan los índices de consumo en el país.
Primeras lluvias en Quito y otras ciudades
Después de tres semanas de altas temperaturas, Quito fue una de las primeras ciudades en registrar lluvias desde el viernes. El Municipio del Distrito Metropolitano calificó como positivo el pronóstico porque las captaciones registraron un incremento en su nivel después de tres semanas sin llover.
Según el Inamhi, el escenario climático que se vivió en enero ocurrió por la progresiva disminución de humedad en el ambiente producto del ingreso de masas de aire secas a las regiones sierra y Amazonía, principalmente.
A pesar de las lluvias, el Inamhi recomendó mantener las medidas preventivas porque según la entidad, la escala de radiación solar seguirá siendo peligrosa para la salud.
En estos días se prevé que otras provincias sigan con altos niveles de radiación solar. Esto especialmente en Esmeraldas, Manabí. Santa Elena, Cotopaxi, Tungurahua e Imbabura.
La principal recomendación de los especialis- tas es utilizar protector solar, gorro, ropa de manga larga y paraguas para protegerse de los rayos solares.