El São Paulo, sostenido por la impecable actuación de Rafael bajo los palos, levantó este domingo 4 de febrero del 2024, su primera Supercopa de Brasil después de imponerse en la tanda de penaltis (2-4) a un desconocido Palmeiras, que sintió en exceso la ausencia de la joya Endrick.
El ecuatoriano Robert Arboleda se coronó campeón de Copa donde doblegaron al campeón de Liga en una final crispada, de juego plano, que se resolvió desde el punto de penalti tras un aburrido empate sin goles en el tiempo reglamentario.
Pesó la rivalidad, la tensión y el bajo estado físico de los futbolistas, algo propio del arranque de temporada. Una decena de jugadores acabaron con amarilla. Los dos técnicos también se fueron amonestados.
Palmeiras echó de menos a Endrick, la joya atada por el Real Madrid y quien está concentrado con la selección brasileña sub-23 en busca de un billete para los Juegos Olímpicos de París 2024
El clásico paulista fue extremadamente pobre. Los dos equipos mostraron su cara más nerviosa, imprecisa y faltona, siempre más preocupados con protestar al árbitro que con hilvanar cuatro pases seguidos.
Poco más ocurrió en unos primeros 45 minutos que avanzaron a trompicones con una infinidad de faltas. Nadie sobresalió en ataque porque las defensas se impusieron. Gustavo Gómez maniató a Calleri y Diego Costa y Arboleda se comieron al argentino ‘Flaco’ López.
Su equipo ganó en verticalidad, pero sin efectividad. De hecho, el susto lo dio el Palmeiras con López, que no logró dirigir a portería un remate acrobático.
Poco duró la emoción porque el encuentro entró de nuevo en el agujero de la pesadumbre. Con el físico justo, Palmeiras y São Paulo volvieron a abusar de las faltas.
Aunque como nadie quería jugarse el título en los penaltis, todos pisaron el acelerador en la recta final.
Tuvo cerca el gol Jhon Jhon con un cabezazo certero. De nuevo apareció Rafael, siempre bien colocado. También Mayke, aunque esta vez fue Moreira el que evitó el tanto casi en la línea de gol.
Calleri también falló un mano a mano a un cuarto de hora del final. Su compatriota Galoppo rozó la escuadra en un lanzamiento de falta. Con el 0-0, la final se decidió en la tanda de penaltis, en la que sobresalió un imponente Rafael.