Era enero de 1964, y en Cuenca, aquellos que tenían o tuvieron una relación con el colegio Benigno Malo, se alistaban para una celebración única: los cien años de la institución. Diario El Mercurio recogió los preparativos, publicó una página entera con imágenes de los personajes insignes que pasaron por el establecimiento y cubrió los desfiles que se organizaron.
Que llegase el centenario era un hito para estudiantes y exestudiantes, profesores, y hombres y mujeres. Era tal el significado que, por ejemplo, en los primeros días de enero de 1964, el gobierno militar de Ecuador informó que se iba a emitir un sello de correos en honor al Benigno Malo.
El dibujo del sello, que se envió al Ministerio de Obras Públicas para que se fije su distribución y precio, estuvo a cargo del doctor Lauro Ordóñez Espinosa, quien era profesor de dibujo artístico y técnico en el colegio, así como director de la Academia de Bellas Artes de la Universidad de Cuenca.
Otra de las acciones por parte del gobierno militar fue su compromiso de entregar recursos para que la institución celebrara su centenario. Al menos así lo recoge El Mercurio.
“Tengan absoluta seguridad de que Gobierno actual gustoso contribuirá a medida de sus posibilidades para celebrar como se merece Centenario Colegio Benigno Malo, Plantel que honra a la educación”, se comunicó, a través de telegrama, a un comité pro festejos.
Desfile estudiantil
El primer evento público que se llevó a cabo por los cien años del colegio Benigno Malo fue un desfile estudiantil, el 30 de enero de 1964. Se escogió esta fecha para celebrar el primer siglo de la primera reunión de Junta Administrativa de la institución educativa, que se realizó el 30 de enero de 1864.
De acuerdo a El Mercurio, veinte colegios, con alrededor de 4.000 estudiantes, salieron a las calles para participar de un desfile que se vio en las calles céntricas de Cuenca. “Millares de personas” se ubicaron, principalmente, en la calle Bolívar y en los alrededores de la Gobernación del Azuay.
Por su lado, El Mercurio publicó una página entera con imágenes de Juan Bautista Vázquez, fundador del colegio; y de Benigno Malo, el personaje que dio su nombre a la institución cuencana. En medio de ambas fotos se publicó un texto que halagaba al establecimiento centenario.
En cambio, en la parte baja de la página se publicaron 46 imágenes de personajes que estudiaron en el colegio Benigno Malo, entre ellos: Daniel Córdova, Remigio Crespo, Agustín Cueva y Julio Matovelle.
Ex estudiantes desfilan
Las celebraciones no terminaron con el desfile de colegios. A los bachilleres y exalumnos se les invitó a que formen parte de otro desfile que terminaría con un encuentro en el coliseo del Benigno Malo.
Entre los medios que se usaron para invitar a las personas a que formen parte del desfile ꟷque se llevaría a cabo desde las 10:00 del 22 de febrero de 1964ꟷ estuvo El Mercurio. En una publicación del cinco de febrero se lee la invitación que terminó con el siguiente párrafo:
“Compañero, demuestre con su concurrencia a estos actos su gratitud por el Colegio que le dio porvenir y personalidad”.
Fue así como cientos de adolescentes, jóvenes y adultos se reunieron en San Blas y desfilaron por la calle Bolívar para luego llegar hasta las instalaciones del colegio, en la avenida Solano.
Entre los asistentes estuvo el doctor Antonio Abraham Barzallo, ex profesor universitario, quien perteneció a la promoción de 1895. Al hombre adulto se le puede ver en una fotografía, acompañado de un grupo de estudiantes vestidos con los colores de su colegio: blanco y negro.
La asistencia del doctor lo convirtió en el ex alumno más antiguo en aquella reunión celebrada. A él se sumaron otros dos personajes: Aureliano Vázquez, de la promoción de 1900; y Eliazar Machado, de la promoción de 1902.
Una vez que terminó el desfile, los ex estudiantes, vestidos de traje y corbata, se juntaron en el coliseo del Benigno Malo, en donde se colocaron mesas para que los participantes brinden y recuerden su paso por el mítico “viejo y peludo”, cuyo centenario quedó registrado en este medio que, de igual manera, se apresta a cumplir su primer siglo. (I)
