El poema único

Aníbal Fernando Bonilla

Así titula el grueso compendio que El Ángel Editor pone a disposición del público lector, apenas iniciado este 2024. Xavier Oquendo Troncoso, responsable de la obra, aclara que no es una antología, sí, una muestra de poemas de un grupo de autoras y autores de procedencia intergeneracional.

¿Qué contiene El poema único? Un conjunto de textos diversos, polisémicos, variados, cortos y extensos de 59 poetas ecuatorianos (aunque también se incluyen con total validez tres voces cubanas: Liyanis González Padrón, Yankilé Hidalgo, Liset Lantigua, quienes residen desde hace algún tiempo en esta tierra de mar, montañas, geranios y capulíes). Entre tantos vates constan: Iván Oñate, Sonia Manzano Vela, Antonio Preciado Bedoya, Margarita Laso, Vicente Robalino, Catalina Sojos, Victoria Tobar Fierro, Simón Zavala Guzmán, Maritza Cino Alvear, Jacqueline Costales, Iván Petroff Rojas, Eduardo Crespo Román, Edgar Castellanos Jiménez, César Eduardo Carrión, Franklin Ordóñez Luna, Freddy Peñafiel Larrea, María Paulina Briones.

Cabe mencionar que tal propuesta se enriquece con cada una de las miradas disímiles intervinientes que se acercan (y se alejan) al demiurgo poético, al torrente de inquietudes y decires exteriorizados con pulcritud y encanto. Es una convocatoria que surge desde el afecto, desde el respeto, desde la camaradería, desde el serio compromiso con la palabra que se fragua en cada noche de insomnio, en donde apenas se escucha el tenue teclado atinado por las ideas plasmadas en versos que decantan la infinita búsqueda de la imagen al filo del abismo, con sonido marchito, preludio de luz y calor de sol. 

En sus páginas se impregnan geografías múltiples, ciudades de barro y verano, experiencias y saberes, aguas milenarias que riegan esperanza, abrazos tristes en medio de la lluvia, identidades propias y ajenas, amores que abren aún más la llaga, besos fecundos en la penumbra, deidades contenidas en historias inconfesables, signos que descifran la bondad creativa. Nomenclatura pura de la vida.

Palabras y más palabras en el labrado incansable por la expresión, si no perfecta, al menos, cercana al alumbramiento escrito. Verbo meticulosamente examinado y convertido en semilla fértil. 

“Retratos y poemas de autores ecuatorianos contemporáneos”, alude el subtítulo. Es que, a más del decir lírico, sobresalen fotografías bien elaboradas por el también poeta Luis Enrique Yaulema. Rastros y grafías que hacen de El poema único un volumen de grata hojeada y recordación. (O)