La repentina muerte del expresidente Sebastián Piñera en un accidente de helicóptero ha sumido en un «vacío» a la derecha chilena, que carece de liderazgos sólidos y que desde hace tiempo está intimidada por la ultraderecha.
Piñera, fallecido el pasado 6 de febrero a los 74 años y poseedor de una de las grandes fortunas de la región, fue el primer y único mandatario de derecha en llegar al poder tras el retorno a la democracia en Chile, en 1990.
Lo hizo en 2010 con el apoyo de Renovación Nacional (RN), el partido que contribuyó a fundar, y la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), creada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), y volvió a gobernar posteriormente entre 2018 y 2022 con la coalición Chile Vamos, integrada por RN, UDI y los liberales de Evópoli.
«Su figura fue siempre controversial. Hubo sectores, principalmente de la UDI, que nunca lo consideraron de derechas. Escapaba de los cánones del conservadurismo tradicional y tenía vínculos con la Democracia Cristina (su padre fue uno de sus fundadores)», dijo a EFE Octavio Avendaño, de la Universidad de Chile.
Sin embargo, añadió el sociólogo, «fue el único líder que logró que la derecha obtuviera el respaldo de sectores moderados«, lo que le permitió romper la hegemonía de la Concertación, la antigua coalición entre democristianos y socialistas que gobernó durante dos décadas.
«Candidato natural»
Piñera dejó La Moneda (sede de Gobierno) en 2022 con una bajísima aprobación y cuestionado por su aparición en los ‘Pandora Papers‘ y su gestión del estallido social de 2019, que dejó una treintena de muertos y señalamientos contra las fuerzas de seguridad por violaciones a los derechos humanos.
Tras un tiempo apartado de la vida pública, el exmandatario reapareció el año pasado con motivo de la conmemoración del 50 aniversario del golpe de Estado contra Salvador Allende y el plebiscito constitucional.
Su aprobación en las encuestas comenzó a subir -en el último sondeo Cadem de enero pasado alcanzó el 51 %- y se había instalado el debate sobre una posible tercera candidatura en las presidenciales de 2025.
En una entrevista en enero en la radio local Duna, Piñera descartó esa opción pero no cerró la puerta por completo: «Mi decisión hoy día es que no voy a postular por tercera vez a la Presidencia, pero sí voy a seguir muy activo».
El jefe de la bancada de diputados de RN, Frank Sauerbaum, reconoció la semana pasada a los medios, que el exgobernante «estaba permanentemente orientando» al sector y que «va a ser muy difícil enfrentar el futuro sin su liderazgo».
«Piñera se estaba moviendo. Estaba en un momento en que parecía ser casi un candidato natural de la derecha, pero solo él sabrá si en el fondo quería postularse», indicó a EFE Jaime Abedrapo, de la Universidad San Sebastián.
En opinión del politólogo, «no hay otra persona que tenga un liderazgo capaz de unir a todas las sensibilidades de la derecha«.
¿Gran coalición?
Una de las figuras más populares hoy en día de la derecha y quien constantemente aparece en las encuestas sobre preferencias presidenciales es la alcaldesa del capitalino barrio de Providencia, Evelyn Mattehi, candidata en las elecciones de 2013 y destacada militante de la UDI.
«Es indudable que Evelyn Matthei, como parte de su misma generación (tiene 70 años) y exministra de su primer Gobierno, busca ocupar su espacio«, apuntó a EFE Rodrigo Pérez de Arce, del Instituto de Estudios de la Sociedad.
Sin embargo, añadió, «se requerirá de un talento político realmente excepcional para articular a una derecha que está desperdigada y que enfrenta cuestionamientos desde su propia derecha por parte del Partido Republicano».
Fundado en 2019 por José Antonio Kast, antiguo militante de la UDI que perdió contra el ahora mandatario Gabriel Boric en las últimas presidenciales, los republicanos son una fuerza política en ascenso.
La segunda vez que le dieron el ‘sorpasso’ a la derecha tradicional de Chile Vamos fue en las elecciones de mayo de 2023, en las que se eligieron a los consejeros que redactaron una segunda propuesta de nueva Constitución.
El propio Piñera había hablado en alguna ocasión de la necesidad de crear una gran coalición que incluyera tanto a pequeños partidos escindidos de la DC como a los republicanos para afrontar las municipales y regionales de octubre y las presidenciales de 2025, pero no todos están de acuerdo.
Para Mireya Dávila, de la Universidad de Chile, «el proyecto político de Piñera era más liberal en lo cultural que la derecha que queda».
«La UDI no sabe si emular a Republicanos para evitar que más de sus militantes migren hacia ese partido o mantenerse en el proyecto de Piñera», subrayó por su parte Abebrapo.
Su muerte sumió además a la clase política en una especia de tregua que, según concluyó a EFE Dávila, no va a durar mucho porque «las disputas por el poder sin haber un liderazgo claro debilitarán la posibilidad de que la derecha tenga una actitud dialogante, como había mostrado Piñera en los últimos meses». EFE