¡Qué problema con los impuestos!

Bladimir Proaño

Los impuestos empiezan a verse como una cosa en la que nadie se pone de acuerdo. Entonces ahora ya no son solo el futbol y la religión, sino también con los impuestos. Es fuerte las aseveraciones del presidente argentino, definir los impuestos como un robo. Dice Milei “como liberal y libertario que soy, el Estado es una organización criminal violenta que vive de una fuente coactiva de ingresos, llamada impuestos”. Sostiene que bajar impuestos es devolver libertad a los ciudadanos. No estoy de acuerdo con esto, a pesar de que, en el país, la resistencia al aumento de impuestos ha quedado manifestada porque los mismos no han servido sino tan solo para alimentar el gasto corriente; por lo que, el debate en Ecuador debe girar en torno a que los impuestos sean una de las formas de lograr justicia social.

Quienes tienen una situación económica muy privilegiada, también deben mostrar su conciencia social. Suena razonable, y estaría bien, cuando un multimillonario latinoamericano ha firmado junto a otros 250 el Manifiesto: Orgulloso de pagar más (impuestos), que reclaman a sus gobiernos a que grave más su patrimonio, sostienen que en el estado actual de las cosas la desigualdad creciente y dañina amenaza la democracia.

Es muy cierto lo que dice Fabian Corral, la normalización de lo insólito pervierte la política, transforma la vida pública y declina el poder de la palabra, ésta ya no es para defender la verdad, las libertades y afirmar la dignidad, sino sirve para ensayar las opresiones y censurar los excesos de poder. La situación de peligro en la que nos encontramos por la inseguridad, ha obligado al Estado a cumplir con una de sus funciones básica, la seguridad interna.

El haber decretado “conflicto armado interno”, y las actuales circunstancias, acusan como nunca antes, el compromiso de afrontar la realidad, racionalizando los subsidios e incrementando impuestos, esto último, al menos como lo hicimos en la guerra del Cenepa, y asumir que la solución de los problemas tiene costos, que no hay almuerzo gratis y peor aun cuando las condiciones ficales no son las mejores. (O)