Cuenca será la primera ciudad, de las 221 que tiene Ecuador, que tendrá un Atlas Cantonal de Riesgos.

Así lo anunció Jorge Carrillo, titular de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR).

Este documento, que es una herramienta para la planificación territorial a nivel cantonal y nacional, será un proyecto piloto para hacer el Atlas Nacional de Riesgos.

El Atlas Cantonal de Riesgos permitirá, entre otras cosas, que este cantón cuente con una microzonificación sísmica, pues los sismos son el principal riesgo natural que tiene Cuenca.

Y es que esta ciudad y Azuay están en una región donde hay dos grandes fallas geológicas (la de Girón y la de Paute) que representan un alto peligro de destrucción en caso de temblores.

Incremento de sismos

Patricio Nivelo, ingeniero civil e investigador en sismología, explicó que la Red Sísmica del Austro (RSA) ha detectado un incremento en la cantidad de temblores en Cuenca el último año.

“En Azuay tenemos una fuente sismogénica crítica, esta es la falla geológica de Girón… Tiene un potencial sísmico para generar un temblor de por lo menos 7,1 en magnitud…”, dijo.

Añadió: “tomemos en cuenta que el terremoto del 16 de abril de 2016 en Manabí fue de 7,8 (escala Richter) y provocó gran destrucción que dejó unos 700 muertos y más de 6.200 heridos…”.

Detalló que la mayor parte de sismos que ocurren en Ecuador tienen relación entre sí, porque tienen un factor común: la tectónica de placas, que se mueven como resultado de la liberación de energía.

“Sería tan importante tener este atlas cantonal y la microzonificación de sismos, pues esto servirá para que definitivamente el Municipio de Cuenca sepa donde no se podrá dar permisos para habitar (…), puntualizó.

Inundaciones: son el segundo mayor riesgo

Para Carolina Poveda, ingeniera civil e investigadora en reducción de riesgos, las crecientes repentinas de los ríos y quebradas también son un riesgo latente que tiene este cantón.

Por eso Poveda considera que el atlas cantonal debe incluir una actualización de las zonas vulnerables a inundaciones por el desbordamiento de los ríos Yanuncay, Tarqui, Tomebamba y Machángara.

Indicó que actualmente están identificadas entre 15 y 17 áreas de peligro. Este diagnóstico se hizo entre 2010 y 2011, pero luego de 13 años algunas características topográficas han cambiado.

En el mapa consta que, por ejemplo, de salirse de su cauce el río Tomebamba, las áreas de mayor riesgo de anegarse son donde están la Quinta de Balzaín, el coliseo Jefferson Pérez y El Paraíso.

Igualmente, de desbordarse el Yanuncay, los sitios más susceptibles de quedar bajo el agua son: puente del sector de Misicata, los Tres Puentes y Universidad del Azuay (UDA).

Zonas de deslizamiento

Para Marco Antonio Soria, arquitecto e investigador en planificación urbana, este atlas igualmente debe contemplar una actualización del mapa de las zonas de deslizamiento, que data de 2010.

Este estudio, hecho por la municipalidad, determinó que 12 de las 21 parroquias rurales de este cantón, son más vulnerables a estos problemas de inestabilidad de suelos.

Estas son: San Joaquín, Baños, Sinincay, Octavio Cordero, Sidcay, Llacao, Paccha, Nulti, Turi, Tarqui, Santa Ana y Quingeo. En estas también hay grandes fallas geológicas, que han provocado el colapso de viviendas.

De igual forma están identificados con estos problemas cinco de las 12 parroquias urbanas que tiene Cuenca. Estas son: Yanuncay, Cañaribamba, Hermano Miguel, Monay y Machángara.

Zonas de riesgo

En la zona urbana de Cuenca los sectores más peligrosos de deslizamientos son: Los Trigales, Jaime Roldós, Los Pinos, Baguanchi, Misicata, Quinta Chica y donde está la Universidad del Azuay (UDA).

Asimismo, en Azuay las principales amenazas por la inestabilidad de suelos están en San Fernando, Santa Isabel y Nabón, que son cantones que están en la cuenca del río Jubones.

En el sector La Cría, que está en Santa Isabel y Nabón, hay unas 100 casas que están en peligroso de caerse debido a grandes grietas que se han formado en la tierra.

Algo similar ocurre en el Barrio Rosas y otras zonas aledañas, en Nabón, donde cerca de 100 familias deben evacuar por el riesgo de que sus casas se destruyan por un macrodeslizamiento.