Luego de que la Asamblea no obtuviera los 92 votos para ratificarse en el proyecto de ley que contemplaba la no aprobación del incremento del IVA al 15 %, solicitado por el Presidente Noboa, éste finalmente logró su objetivo de subir este impuesto. Si bien en el veto parcial del Presidente a dicho proyecto se contempla un incremento inicial del 13 %, y la posibilidad de elevarlo al 15 % en base a una solicitud del Ministerio de Finanzas, en la práctica lo más probable es que ese incremento termine con un IVA del 15 %.
Con esto no sólo que se consumaría una medida que ha sido cuestionada desde el punto de vista legal, puesto que cualquier cambio en el porcentaje del IVA constitucionalmente sólo lo puede hacer la Asamblea y no puede ser hecho a discrecionalidad por el Ministerio de Finanzas, sino que además resultaría controversial por las consecuencias sociales y económicas que el incremento a dicho impuesto podría acarrear.
Entre las consecuencias sociales está el hecho de que al tratarse de un impuesto que deben pagarlo todos los consumidores, sin considerar de sus ingresos, es un incremento que va afectar sobre todo a las personas de menos ingresos; y si bien, de parte del Gobierno, sea ha aclarado que los artículos de primera necesidad no pagan IVA, en realidads el incremento de precios se podría dar ya sea porque en la producción de dichos artículos pueden haber componentes que si paguen IVA, o por la conducta especulativa y la falta de control de precios que se da en Ecuador.
En cuanto a lo económico es probable que un IVA del 15 % reduzca el consumo y, con esto, la producción; con un consiguiente agravamiento de la recesión económica y, por tanto, del desempleo.
A pesar de que la Asamblea aprobó otros impuestos como el incremento del ISD y otros calificados eufemísticamente como “contribuciones” especiales (de los Bancos y los grandes capitales), como medidas para no subir el IVA y dar los recursos que se pedían para el supuesto financiamiento del “conflicto bélico interno”, Noboa se mantuvo incólume en su posición de subir dicho impuesto; una posición que sólo se explicaría por su decisión de cumplir fielmente en este tema con una exigencia del FMI; algo que ni siquiera Lasso se atrevió hacer durante su presidencia. (O)
