A las niñas les va peor

Ma. Isabel Cordero mi.cordero@sendas.org.ec

Hace dos semanas escribí respecto a las estremecedoras cifras de femicidio, pese a que el dato circuló en todos los medios de comunicación, la Asamblea discute si se debe cambiar el delito penal de femicidio por feminicidio, eliminando de la ecuación al criminal, acusando a los funcionarios de ineficiencia y omitiendo la responsabilidad del Estado en la prevención, atención y reparación. Todo como resultado de la improvisación y desconocimiento.

En estos días, 3 niñas fueron asesinadas. Bianca y Génesis, cuyos cuerpos fueron hallados 3 meses después del femicidio de su madre, y el de Dana, cuyo padre, un policía en servicio activo, es el principal sospechoso. En el 2023, 31 menores de edad fueron asesinadas por sus padres o por las parejas de sus madres, 16 tenían menos de 7 años, 20 fueron asesinadas con armas de fuego. Ser niña en Ecuador es una condición de riesgo.

Mientras escribo estas líneas no puedo dejar de pensar qué paso por la mente de estas niñas minutos antes de su muerte, cuando en el más profundo de los miedos, aún tenían la esperanza de que su padre o cuidador cumpla con su rol de protector. Definitivamente, a las niñas les va peor, y seguimos sin hacer nada. (O)