Cada año los dueños de automotores son obligados a cumplir la ley so pena de ser multados: la revisión técnica vehicular.
¿Y cuándo los conductores exigen una revisión técnica vial al Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), a Municipios y Prefecturas?
Si lo hicieran, esas instituciones no obtendrían, salvo pocas excepciones, ningún certificado de aprobación.
Valga el símil para referirnos a las vías de Azuay y Cañar, en especial a las interprovinciales, responsabilidad exclusiva del MTOP, si bien las internas tampoco están bien atendidas por Prefecturas y Municipios.
En respuesta a la solicitud de los prefectos de esas dos provincias; igual de los alcaldes de Cuenca y Azogues, en los próximos días el titular del MTOP, Roberto Luque, recorrerá las vías “para encontrar soluciones conjuntas”.
¿Un recorrido más como los hechos en los últimos 10, 15 o 20 años, para no ir más lejos? ¿No tendrá el ministro, reportes de cómo están vías como la Cuenca-Girón-Pasaje, la Cuenca-Molleturo-El Empalme, la Zhud-Cochancay-El Triunfo; la Cuenca-Paute-Guarumales, ¿la Cuenca-Gualaceo-Limón o la Sígsig-Chigüinda-Gualaquiza?
Aquél es un viejo ritual, cuando lo ejecutivo es destinar los recursos necesarios, dar paso a los planteamientos hechos por las autoridades seccionales del Azuay, en este caso la delegación bajo un sistema de peaje de las vías estatales.
Ante la penuria económica del Estado, y por consiguiente del MTOP, lo justo es decir sí o no a esa solicitud.
Definitivamente, ese Ministerio “ha botado la toalla” en lo relacionado a la vialidad en el Austro. Sin dinero, con direcciones provinciales desprovistas de todo; viendo, hasta con desvergüenza, cómo otras entidades hacen su trabajo, debe entregar la delegación, y los delegatarios ponerse a trabajar para implementar sus planes. Tampoco será justo pagar peajes para circular en vías en pésimo estado.
Ejecutividad; recorridos, no tanto.
