Mamita, vaya a retirarme en el nuevo aeropuerto

Santiago León

¡Maravilloso! Sí. Parece que luego de 80 años se construirá un nuevo aeropuerto para Cuenca. Las autoridades se encuentran estudiando las condiciones meteorológicas para ver si hay chance de emplazar la nueva terminal aérea en Tarqui. En medio de las vaquitas y el lindo páramo. 

Qué gara va a ser para los cuencanos evitarse tres horas y media de viaje, para irse a las europas o la yunai. A ver, las tres horas son aceptables. El rollo es que, si viaja a Guayaquil por la noche, los shoros le caen en gajo y le chinean las maletas. O si pega un buen aguacero, más que seguro que la vía se tapa y tendrá que darse la vuelta por Cañar, porque por Machala, el camino se parece a la cara del periodista “Pito Veroz”. 

Vamos a dejar de ser una ciudad incomunicada. Una ciudad del submundo. Una ciudad que se queda sin gas, sin oxígeno o sin combustible cuando un dirigente indígena se encapricha en incluir al braveo su agenda política. Hasta las esferas de gas licuado se llevaron. Bueno, entendemos que fueron construidas sobre un terreno chimbo, por lo que se empezaron a desbaratar esas pavadas.

Y estuvimos a un hilo de quedarnos sin agua. Por suerte, San Pedro abrió las llaves y las represas se llenaron, porque los cortes de luz iban a prolongarse. Y claro. Como siempre, no faltó el funcionario pendejo que hizo malos cálculos y estábamos comprando energía más cara. Porque “errar” es de humanos. ¡Vayan con el cuento a otro lado!

Bueno.  Esperemos que todo vaya bacansote y tengamos una nueva terminal, una pepa, una que nos promueva como una ciudad moderna, vanguardista, turística. Si empezamos a mirar como sociedades raras compran hectáreas de terrenos por ese lugar, negocios medio dudosos, de seguro que el aeropuerto, va, porque va. (O)