Convenios y proveedores impagados, limitación en el uso de espacios, y proyectos que no pueden avanzar. La realidad que están viviendo algunas instituciones y empresas públicas y privadas es compleja por las deudas económicas que tiene el gobierno nacional.
La Casa de la Cultura Núcleo del Azuay, las fundaciones e instituciones que prestan sus servicios externos al Ministerio de Inclusión Económica y Social, y algunos municipios de la región forman parte del grupo que están teniendo problemas para continuar trabajando.
Aunque las deudas se han acumulado, y estas han sido comentadas y exigidas desde hace algunas semanas, estas han tenido más visibilidad por lo que están causando.
Por ejemplo, el Núcleo del Azuay de la Casa de la Cultura tuvo que detener su imprenta y limitar el uso del teatro y las salas porque los proveedores de repuestos, mantenimiento, papel y tinta no han recibido sus pagos por parte del Ministerio de Finanzas desde finales del 2023, y porque no hay el dinero para pagar al personal.
“Nosotros necesitamos un personal mínimo para mantener activos a nuestro teatro y a nuestras salas, sin embargo este personal se encuentra impago desde el mes de octubre. En este momento deberíamos estar pagando por el mes de febrero, lo cual no está ocurriendo”, dijo Martín Sánchez, presidente del Núcleo del Azuay.
Al no recibir los recursos, la Casa de la Cultura optó por limitar sus servicios y esperar a que el Ministerio de Finanzas responda por los pagos adeudados a los proveedores y personal.
Sánchez agregó que el 15 de febrero los representantes de todos los núcleos de la Casa de la Cultura debieron de haberse reunido con el viceministro de Finanzas para buscar a una salida a las deudas. Pero no hubo tal reunión porque no llegó el viceministro.
Deudas a fundaciones
El Núcleo del Azuay no es la única entidad que está teniendo problemas. Las fundaciones e instituciones que brindan servicios al Ministerio de Inclusión Económica y Social tampoco han recibido los pagos del Ministerio de Finanzas.
Solo en Cuenca hay una deuda que llega a los 400.000 dólares. Dicha deuda se arrastra desde el gobierno de Guillermo Lasso y ahora se ha extendido al gobierno de Daniel Noboa, que, aunque ha pagado de manera paulatina, todavía debe más de 15 millones de dólares a nivel nacional.
“A las fundaciones que intervenimos y que mantenemos convenios de cooperación con el MIES no nos han asignado los recursos desde el mes de noviembre. Es una situación terrible, pagos para sueldos del personal, para alimentación y otros. Se han solicitado préstamos a entidades financieras… sin embargo ya no podemos continuar”, dijo Gloria Astudillo, directora de la Fundación Aurora.
Sobre las deudas en Cuenca, el coordinador de la zona 6 del MIES, Mauricio Jara, explicó a El Mercurio que la documentación para que se cancele las deudas ya se emitió. Pero el Ministerio de Finanzas todavía no ha pagado.
“Del parte del MIES, el proceso de pago prácticamente está al día, sin embargo, es sabido de todos nosotros, por la crisis económica que atraviesa este momento el país, la erogación de estos valores por parte del Ministerio de Finanzas no ha sido la oportuna por esta falta de liquidez”, dijo Jara.
Acciones
Lo que está sucediendo, tanto en el Núcleo del Azuay como entre las fundaciones y organizaciones, deja más dudas que certezas que esperan ser revertidas a través de distintas vías.
En el caso de la Casa de la Cultura se han planteado dos opciones. La primera es solicitar una acción de protección. Para eso se está hablando con el personal y los proveedores impagados. La segunda opción son acciones de hecho.
Por su parte, las fundaciones y organizaciones que brindan servicios al MIES ya han hecho reclamos públicos en el centro de Cuenca, pero hasta ahora no ha habido respuestas positivas. Todo eso solo provoca una incertidumbre que cada vez se acumula y agrava más. (I)
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