A ver mijines, cómo mismo es la cosa. ¿De pronto anda bajoneado ya que no hay mucho camello? Está cansado de meter su carpeta en una empresa y escuchar a la encargada de recursos inhumanos que su perfil es sobrevalorado, porque tiene una carrera universitaria y una maestría. ¡Vaya, qué situación tan frustrante! Pero no es chendo, es la plena.
Entiendo que por la cabeza se le cruzan muchas preguntas. Una de ellas le mueve el piso. ¿Tal vez migrar a otro país? A uno en el que valoren su preparación o buscar otras fuentes de ingresos no tan sofisticadas. Pero hay una que no es tan descabellada. Hacerse político, igual para eso no necesita más que haber nacido en Ecuador.
¡Pues manos a la obra! Hágase ñaño del tuco del poder Electoral e inscriba a su movimiento. No se ponga nervioso porque falsificó las firmas. Le manda un billetito entre las carpetas y solucionado el asunto. ¡No ha pasado nada! Ahora, está listo para participar en las elecciones.
Para elegir a los candidatos hay que cumplir con unos requerimientos mínimos, que no debe pasar por alto. Busque sujetos que tengan antecedentes penales, que deban pensiones alimenticias, que sean del mundo de la farándula o de los realities. Y claro, no puede faltar al fuerte del partido, que tenga lazos con el narco. Recuerde que hay que financiar la campaña.
Una vez en el poder, hacer billete es tillos. Corrompa a fiscales, jueces, milicos, chapas, alcaldes, prefectos. Si tiene una amiguita que le puede dar una manito en la movida, mucho mejor. Tenga presente que usted es parte de un “proyecto político”, por lo que su camello va para largo y hay que meterle ganas a la chamba.
Con el paso del tiempo usted podrá ser dueño de caserones en la Isla Mocolí o si le gusta la sierra en Cumbayá. Va a manejar unos carrazos con vidrios polarizados oyendo los clásicos de la salsa, como la del “Pillo buena gente”. El camino ha sido un tanto largo, pero de chiro ha pasado a ser un man billeteado. ¡Carajo, un caballero respetado! Pagar el arriendo de la casa o las pensiones de las guaguas, ahora es un juego de niños. (O)