Si se acaba nuestra esencia, ¿podrá florecer la vida?

Karina López Pino

¿Qué es lo que nos hace sentir mujeres, cómo nos definimos y hacia dónde queremos llegar?, ¿Amarnos significa perder nuestra esencia: feminismo versus machismo?, ¿Qué hemos logrado y qué nos falta?

Estas y otras reflexiones vienen a mi cabeza cuando siento que el mundo anda crazy, o es que yo no me ha adaptado a esta modernidad. Dylan Mulvaney en marzo del 2021 empezó su transición de hombre a mujer y en tan solo 365 días se convirtió en mujer trans y no solo eso, ganó un premio como la Mujer del Año. Entonces, este tipo de situaciones es lo que me lleva a pensar, ¿qué pasa con las mujeres que nacimos biológicamente con vagina, acaso no somos dignas de ser reconocidas? ¿Acaso nuestra belleza auténtica no es suficiente para ser imagen de cadenas internacionales?

O es que definitivamente las minorías y la inmediatez de lo absurdo nos está llevando a aceptar lo contra natura como algo normal y lo más preocupante influencer de temporada; llegando a ser ídolos de los niños y adolescentes en formación (que todavía están indefensos y presos de cualquier tipo de influencia). Parece que a nuestra sociedad lo único que le importa son los likes, pisoteando la lógica, principios y valores.

Y a esto hay que adherir que las industrias -los genios del entretenimiento y el consumo masivo- saben cómo llegar a las mentes de los consumidores. No es de gratis que Dylan, la mujer trans, sea la imagen de varias cadenas internacionales. Me parece una locura que Nike saque al mercado zapatos pensados en las mujeres, cuando la imagen de esa campaña es un hombre transformado en mujer. ¿Qué sabe Dylan de lo que es sentirse mujer, acaso ha soportado un cólico menstrual, el dolor de los senos cuando se llenan de leche,  del dolor de parir, de mirar cómo las siluetas naturales se van perdiendo para albergar una vida en el útero? De lo complicado que resulta conseguir un trabajo porqué algunos jefes se confunden con un poco de poder y piensan que una mujer, es su entretenimiento y cuando se dan con la piedra en los dientes, arde troya y las mujeres terminan siendo despedidas.

Aunque Dylan tenga 10 millones de seguidores no será, ni entenderá nunca lo que es, ser mujer. Nosotros somos guerreras que sabemos amar y cobijar la vida y eso, no está en discusión. (O)