El recuerdo de don Vicente Tello Tapia+, personaje trascendental en el fotoperiodismo cuencano, en lo personal, está ligado a espacios, hechos y protagonistas referentes de la cotidianidad urbana como arquitectura y marginalidad, convulsiones sociales, estudiantiles y laborales, el “día a día” cultural, ritual y festivo de la ciudad, Mascaradas, el “corre corre” periodístico, Telesistema Canal 3, diarios El Tiempo y “El Mercurio” de Cuenca, Universo de Guayaquil; hombre y cámara, sabiduría y sensibilidad, compromiso y certeza, forjando en la calle el periodismo fotográfico de nuestra ciudad.
Emma Gabriela Parra Ochoa, en su aproximación a la fotografía de Don Vicente Tello, para la “Antología de la fotografía cuencana en los siglos XX y XXI”, al referirse al trabajo de este pionero de la fotografía en función de la comunicación, destaca “ese afán de fotografiar la problemática social con el propósito de visualizar/sensibilizar”, así se entiende su presencia en la calle captando y perennizado con su cámara imágenes del entorno con énfasis en lo vernáculo, lo popular, ocupaciones, usos y costumbres; personajes, rostros y escenas que cuentan historias que trascienden el tiempo para ser imaginario e identidad: el Padre Crespi, su cine y otros pasiones; los niños y el lenguaje de sus rostros; la espera laboral en la plaza de San Francisco; el Raid Cuenca Molleturo (1969) cuando Roberto Samaniego demostró la factibilidad de esta vía a la Costa; el incendio del Instituto “Cornelio Merchán”; el desastre de La Josefina; las protestas sociales, los graffitis; rostros de la cotidianidad cultural como Manuel Muñoz C, el de “Los cuentos Morlacos”. Y muchísimo más si consideramos toda una vida dedicada a, como dice Onetti, “la maniática tarea de construir eternidades con elementos de fugacidad, tránsito y olvido”. Cuenca debe iniciar el rescate y difusión del rico legado fotográfico de Vicente Tello.
Su recuerdo también me llega unido a su amistad con el poeta y periodista Rubén Astudillo Astudillo, faceta que alguna vez comentamos con Vicente Tello Carrión, en una de nuestras visitas al Parque Arqueológico del Pachamama, en una ocasión con el privilegio de la compañía de Don Vicente, evocación que atesoro. (O)