Científicos chinos están llevando a cabo un proyecto para construir un gigantesco cañón de riel con el objetivo de lanzar aviones hipersónicos al espacio, combinando así el lanzamiento electromagnético y el vuelo a gran velocidad para reducir significativamente los costos de lanzamiento.
El programa, parte del ‘Proyecto Tengyun’ presentado en 2016, busca utilizar una pista electromagnética de gran tamaño para acelerar una aeronave hipersónica a Mach 1.6, informó en las últimas horas el diario hongkonés South China Morning Post.
Una vez separada de la pista, la aeronave entraría en el espacio cercano a siete veces la velocidad del sonido.
Uno de los mayores desafíos técnicos del plan reside en la necesidad de encontrar soluciones para garantizar la seguridad durante el despegue, evitando el consumo excesivo de combustible y optimizando el diseño aerodinámico y la disposición del motor.
«La tecnología de lanzamiento electromagnético ofrece una solución prometedora para superar estos desafíos y ha surgido como una tecnología fronteriza estratégica que está siendo perseguida por las principales naciones del mundo», escribió el equipo liderado por el científico Li Shaowei, del departamento general magnetoeléctrico del Instituto de Investigación Tecnológica de Vehículos de Vuelo de la Corporación de Ciencia e Industria Aeroespacial de China (CASIC, por sus siglas en inglés), en un artículo revisado por pares publicado en la revista académica china Acta Aeronáutica.
El consorcio CASIC ha avanzado en esta área al construir instalaciones de prueba de maglev de alta velocidad de hasta 2 kilómetros en Datong (provincia de Shanxi, norte), donde se llevan a cabo experimentos para abordar los desafíos técnicos relacionados con el lanzamiento electromagnético.
Mientras tanto, en Jinan, la capital de la provincia oriental de Shandong, otra pista maglev para apoyar experimentos con trineos electromagnéticos de ultra alta velocidad también está en funcionamiento, bajo la supervisión de la Academia China de Ciencias (CAS, por sus siglas en inglés).
Esta tecnología no es nueva y ha estado presente durante años, aunque su desarrollo no se había llevado a cabo en la medida en que se está haciendo ahora, superando los obstáculos financieros y técnicos que enfrentaron proyectos similares en el pasado, como los intentos de la NASA en la década de 1990.
Si bien se necesitan pruebas adicionales para confirmar la viabilidad y seguridad del proyecto, los científicos chinos, según el diario hongkonés, expresan confianza en su capacidad para abordar los desafíos técnicos y llevar a cabo esta nueva forma de lanzamiento espacial.
El desarrollo de esta tecnología podría tener un impacto significativo en la reducción de los costos de lanzamiento de satélites, lo que abriría nuevas posibilidades en la exploración espacial y la expansión de la presencia humana en el cosmos.
China ha invertido fuertemente en su programa espacial y ha conseguido alunizar la sonda Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna -primera vez que se logra- y llegar por primera vez a Marte, convirtiéndose en el tercer país -tras Estados Unidos y la extinta Unión Soviética- en ‘amartizar’. EFE