Un golpe de gracia
La Procuradoría del Estado dio luz verde para que el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) continue con el concurso de renovación de las autoridades del CNE. De los cinco consejeros, dos de ellos, Atamaint y Cabrera, se han prorrogado en sus funciones descaradamente desde noviembre del 2021. La buena noticia es que sí pueden ser cambiados pese a la cercanía de la próxima etapa electoral. Así lo dijo el Procurador. Aunque el pastor y su redil se retuerzan de las iras. Los otros tres consejeros terminan su período en noviembre de este año.
El 22 de noviembre del 2023, Juan Guarderas, consejero del CPCCS, pidió información a Atamaint sobre su permanencia arbitraria y prolongada en el CNE. Le solicitó que remita los documentos que habilitan su continuidad y la de Enrique Pita en este órgano electoral. El pedido de información surgió por una denuncia presentada por el Frente Patriótico Colectivos de Calderón-Fernando Villavicencio. En su reclamo, el colectivo recalcó que la presidente y el vicepresidente del CNE debieron culminar sus funciones en noviembre del 2021, tiempo que ambos han superado con creces. Asimismo, Guarderas le dio un jalón de orejas a Diana Atamaint y le hizo acuerdo de que el proceso de elección y renovación de autoridades en cualquier institución pública es crucial para promover la imparcialidad, diversidad y estabilidad a largo plazo. Ella hizo caso omiso.
Por otra parte, el Ministerio de Finanzas redujo el coste para la Consulta Popular de 60 a 40 USD millones. Después de analizar el presupuesto, estableció que la gran mayoría de cifras estaban infladas y no tenían justificación alguna. Como por ejemplo la cantidad asignada a Talento Humano que sumaba USD 21 millones y representaba el 36% del gasto total. Cifras exageradas de dinero destinadas a contratos temporales que, según las malas lenguas, planeaban repartirse los querubines del CNE. Estos contratos, como bien saben ellos, se deben realizar a partir de un concurso de merecimientos y no a dedo como lo han venido haciendo desde hace varios años. La conclusión tajante del Ministerio de Finanzas de reducir el presupuesto para el futuro referéndum junto a la resolución de la Procuradoría, es un golpe de gracia al pastor y su redil que poco a poco agoniza, se resquebraja y debilita. Roguemos al Señor para que no los desvíe de ese “buen” camino… (O)