No hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere oír.
Esto aplica a los presidentes de la Corte Provincial y del Colegio de Abogados del Azuay, a la expresidenta, a una Jueza Nacional y a todos los que declaren a viva voz que en la Función Judicial del Azuay no hay corrupción y que se ofendan en extremo por las declaraciones en contrario de un Concejal.
Dirían mis mayores, al que le calce el guante que se lo chante, pues incluso si se asume que lo dicho no tiene fundamento, lo mejor es dejarlo pasar, pues a palabras necias oídos sordos.
Dime de que presumes y te diré de qué careces, reza el refrán.
No se puede tapar el sol con un dedo, que hay corruptos en la Corte Provincial del Azuay es un secreto a voces y no de ahora, no tenemos pruebas pero tampoco dudas.
Los jueces probos, que los hay, merecen aplauso y respaldo, no necesitan que otros los defiendan, sus actuaciones hablan por ellos.
¿Meterían las manos al fuego?
No cabe el espíritu de cuerpo, sí apoyar la purga. (O)
