El día 13 de marzo, se presentó La Tuna de la Universidad del Azuay. Una agrupación musical conformada por miembros de la entidad universitaria, estudiantes, profesores, ex alumnos y administrativos, en definitiva, quienes han sido y son parte de esa gran comunidad, y quienes, con su habilidad en instrumentos musicales, su voz, su carisma, cierta comedia, y mucha alma, transmiten melodía y armonía, pero también paz y amor.
En este tipo de eventos artísticos, cuelan diversos aspectos profesionales e interdisciplinarios. Los estudiantes, están aprendiendo y ejerciendo sobre carreras muy distintas a la de un músico experto. Los directores de proyecto y musical, dedican a más de su tiempo laboral, a soñar, analizar, decidir y ejecutar el concepto que se proyecta para el público. Siempre hay un mensaje para la humanidad. Dejan un toque de corazón para que todos los asistentes sintamos el esfuerzo y cariño puesto en cada acorde. Queda una reflexión que mueve sentimientos.
Desearía que todos nos diéramos cuenta de lo importante que es una producción así. Cada detalle: la vestimenta, que remonta al origen de las tunas medievales; el repertorio, que mezcla identidad, internacionalidad, coreografías, jocosidad, ternura, y añoranza; el manejo escénico, de cantantes, bailarines, ejecutantes; la iluminación para un juego visual e influenciar las emociones; los programas impresos para el el público; la publicidad para que se conozca de este evento libre; el apoyo desde los representantes universitarios para este grupo…todo, cada pedacito es valioso para el gran resultado final. En la próxima entrega, abordaré los temas de cadena de valor, organización y plan de un evento artístico.
Por ahora, dejo una parte de esa propuesta disruptiva pero importante que entregó La Tuna en su última presentación mediante una ligera variación de una canción de Leo Dan:
¡Toquen las Tunas, canten!
Que el mundo escuche su voz
Porque mientras cante el mundo entero
No habrá más guerras, sino canciones.
Mientras más música vivamos, más lazos de hermandad surgirán. Como lo he mencionado, la música es arte, es ese algo psico anímico que existe por la mente y la emoción. Si bien los tunos son eruditos de otras profesiones, complementan su existencia con la música. ¡Que toquen las tunas, que canten! (O)