El argentino Luis Leguizamón se siente como un cuencano más. “La ciudad me dio todo, una mujer de oro, tres hijos cuencanos, seis nietos. ¡Qué más puedo pedir!, me dio lo más preciado que es mi familia”. Desde hace casi cinco décadas radica en la capital azuaya.
No se nacionalizó, entre otras cosas, por descuido. Copaba su mente y su tiempo el temor de perder la pierna izquierda que se la empezó a “desviar” de forma paulatina tras operarse de los ligamentos cruzados en 1982.
“Estuve alrededor de siete años caminando con la pierna desviada. Un doctor me vio en la calle y me dijo: Lucho opérate o vas a perder la pierna. Yo me asusté, pero no tenía dinero para la clínica”.
El galeno Javier Sotomayor le colocó una prótesis en la rodilla. En la actualidad “hasta juego en los entrenamientos con los niños”. Es parte del grupo de profesionales que forman deportistas en el Centro de Alto Rendimiento en Fútbol (CARFUT).
“Cuando me abrieron las puertas, volví a vivir porque mi salsa es el fútbol y ayudar a los chicos, sin fines de lucro. A los 71 años no quiero plata, no la tengo tampoco, lo que quiero es salud y una cancha de fútbol, que la tengo ahora”.
Luis Leguizamón: un formador de futbolistas
Luis Leguizamón fue homenajeado en el Sesión Solemne por los 71 años de vida institucional del Círculo de Periodistas Deportivos del Azuay, el 27 de marzo de 2024.
El gremio resaltó la trayectoria del estratega en la formación de futbolistas en la provincia. “Me da mucha alegría porque es algo bonito que de alguna manera reconozcan la trayectoria deportiva”.
El ‘Loco’ -como lo apodan con cariño- dice sentirse afortunado porque cuando prestó sus servicios al Deportivo Cuenca proyectó alrededor de 30 jugadores a Primera División.
Uno de ellos fue Walter Chalá que fue vendido al Rubin Kazan, de la Premier League Rusa a finales de 2011 por un millón de dólares.
“Recuerdo que jugamos un campeonato Sub 20 con chicos de 16 años. Perdíamos por goleada todos los partidos, los chicos lloraban y les dije en tres años son campeones nacionales. Pasaron los tres años, fueron campeones y todos pasaron a Primera División”.
Para Leguizamón el tiempo y el trabajo son importantes cuando se quiere proyectar futbolistas. “Yo empecé dando ventaja. Los rivales eran Enner Valencia, Jefferson Montero, jugadores que fueron a Europa. ¿Estuve en lo justo? Proyecté jugadores a futuro. Después, lo demás, ya depende de las directivas”.
Hay que dar importancia al talento local
En el CARFUT aspira replicar lo que hizo años atrás en el Expreso Austral y proveer de futbolistas cuencanos al balompié profesional. Desde su óptima, al Deportivo Cuenca le falta dar empuje e importancia al talento local.
“Da la impresión que las últimas directivas lo que no han priorizado es ver lo que hay adentro, lo que hay en la provincia… No digo que jueguen 11 cuencanos, pero por lo menos dos, material hay… Siempre digo ¿el pantalón de Estados Unidos es más lindo que el de la Feria Libre? Yo me compro el de la Feria Libre”.
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