Una alucinación, según el diccionario de la lengua española, es una falsa percepción de los objetos o acontecimientos y es de naturaleza sensorial. Consiste en percibir ciertas cosas o situaciones aparentes como reales, pero en la realidad no lo son, éstas serían creadas por la mente.
En el mismo diccionario, visión se define como: “a la acción y efecto de ver o percibir objetos con los ojos mediante la luz”.
Desde el punto de vista empresarial, visión indica a donde la empresa desea llegar, el plazo y sus objetivos concretos.
En hebreo, visión es jazon y significa un mensaje o revelación profética.
En lo espiritual, la palabra visión supone una experiencia real de encuentro con Dios, de intimidad y cercanía. Es una revelación que tiene la capacidad de destapar, descubrir, confesar con el objetivo de liberar y transformar.
En la cosmología andina y amazónica una “visión” implica una cosmovisión; es decir, una apreciación conjunta en unidad del uno con el todo. Es una percepción de una situación en el aquí y el ahora. En definitiva, es una develación con la única intención de orientar y resolver.
Los hombres y mujeres de visión; para traslucir la verdad, ayunan y se limpian energéticamente antes de activar un estado visionario. Y en comunión con lo divino, purgan lo malo y obsoleto. Finalmente, con esa claridad guían a su comunidad.
“Un pueblo sin visión es un pueblo desenfrenado, sin orden…” (Proverbios 29:18).
En este sentido; es urgente, sostener nuestro país con una visión y conciencia colectiva de unidad para apoyar propuestas claras, acertadas y liberadoras que respeten los intereses de la mayoría; mientras, evitamos tropezar con el espejismo de las alucinaciones políticas creadas solo para ofuscar, encubrir y manipular. (O)