Esta semana que termina ha sido muy difícil. Pese a las buenas intenciones del presidente Noboa de implementar los cambios necesarios para tener un Ecuador libre de violencia, el camino sigue siendo culebrero.
Los asesinatos y actos de inseguridad han bajado de manera sustancial gracias a un trabajo efectivo de la policía y las FFAA, a quienes la sociedad ecuatoriana reconoce como las instituciones de mayor credibilidad, pero se mantienen de manera incontrolable las agresiones verbales de odio en algunos ecuatorianos de carne y hueso y la gran mayoría a través de los famosos troles, industria generadora de miles de opiniones perversas a todo nivel. Pero me voy a referir en particular a “X” antes Twitter, convertida en la cloaca de las redes sociales; desde que cambió de dueño, se liberalizaron los contenidos, y hoy se puede escribir mensajes más largos y llenos de toda la basura con un ingrediente soez elevada.
Aquí es en donde las mafias políticas desatan las más bajas pasiones. Verdaderas corporaciones ubicadas en varios países del mundo lanzan sus dardos y calumnias distorsionando la realidad. En algunos de los contenidos de “X” se aprecia el odio político, desatado en forma brutal, por ejemplo, luego de que al angelito de Glas se le sacó de la Embajada de México, por su condición de delincuente común; o como a raíz del desbaratamiento de los altos mandos de la estructura de la sección eléctrica del ministerio de Energía y Minas, que dio inicio a los apagones de manera sistematizada y programada.
La lectura comunicacional de los actores políticos es un principio de libertad de expresión consagrada en los tratados internacionales y nuestra Constitución es básica de entender; pero que ya se llegue hasta la amenaza contra la vida de una persona y la familia, ya son palabras mayores. Eso ha ocurrido con una cuenta de “X” denominada “el suero de la verdad” intimidada brutalmente por el sector de los prófugos y prontuariados de la justicia.
Reconocido es en el país, que el secretario de Comunicación de la presidencia, Roberto Izurieta es un profesional de gran experiencia y sus apreciaciones en la larga crisis que vivimos en el Ecuador, generada por los enemigos del presidente Noboa, siempre han sido objetivos y han explicado de manera clara las distorsiones propias del intríngulis del poder. Las investigaciones derivadas del pedido de renuncia a la ministra Arrobo y su equipo cercano; la información que ya se ha obtenido de los reportes ubicados en los archivos, descubrirán con exactitud cuales son los puntos de inflexión que llevaron al país a tener esta problemática de cortes de larga duración de energía eléctrica. Ni perdón ni olvido, a quienes, si es que así se prueba, de manera deliberada le siguen causando daño al país. (O)