La sequía en Bolivia causó una pérdida de 800.000 toneladas de soya que repercutirá en el descenso de la exportación del grano y sus derivados a los mercados de Colombia, Ecuador y Perú, dijo en una entrevista con EFE el presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Fernando Romero.
Romero explicó que el sector productor de Santa Cruz, la mayor región y motor económico del país, sufrió una campaña de verano «muy mala» debido a la sequía, una de las más fuertes «en los últimos 30 años» que afectó principalmente los cultivos de soya, maíz y sorgo.
«Se sintió una sequía casi desde el principio de la siembra, desde octubre y noviembre del año pasado. Las lluvias fueron muy esporádicas, se sembró tarde, lo que definitivamente no genera rendimientos óptimos», agregó Romero.
La pérdida alcanza al 50 % del área productiva del oriente del país, apuntó.
A esto se suma que en los últimos días cayeron lluvias intensas que dañarán lo poco que había para cosechar y que repercutirán negativamente «en las exportaciones que se tenían previstas de harina y aceite con lo que se dejará de recibir 300 millones de dólares», indicó.
El 20 % de la producción de la soya boliviana va al consumo interno, mientras que el 95 % del excedente se destina a los mercados de la Comunidad Andina (CAN) y el porcentaje restante va a mercados fuera de Suramérica.