En la mayor demostración de rechazo al presidente colombiano, Gustavo Petro, por la forma como está conduciendo el país, en especial el sector de la salud, miles de personas salieron ayer a las calles de las principales capitales para exigirle un cambio de rumbo y que los escuche.
La protesta, que en Bogotá desafió la lluvia que volvió a caer después una prolongada sequía, no tiene una cabeza visible y fue convocada por asociaciones médicas que encontraron eco en otros sectores de la sociedad que, con camisetas blancas, pancartas y banderas de Colombia, se sumaron a la movilización.
De esta forma, en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cúcuta, Bucaramanga, Neiva y otras ciudades colombianas se juntaron desde personal de la salud con sus batas blancas hasta transportistas, veteranos del Ejército, amas de casa y políticos de oposición para mostrar su rechazo al Gobierno, que aún no cumple dos años.
«Esta marcha tiene expresiones diversas, estoy aquí representando a aquellos que no queremos volver al pasado, sino construir una Colombia distinta», manifestó el exalcalde de Medellín y excandidato presidencial Sergio Fajardo.
Transportistas
En Bogotá, transportistas se unieron con sus camiones y autobuses para reclamar por el alza de los precios de los combustibles y la inseguridad en las carreteras, donde se han vuelto cotidianos los asaltos.
En Chía, ciudad cercana a Bogotá, una multitud que coreaba consignas contra el presidente se dirigió hacia la residencia privada que Petro tiene en esa localidad.